- Al pueblito bueno. Sin duda alguna el lowcost de las vacaciones es irte al pueblo. Estoy segura de que si tienes pueblo, has disfrutado de sus fiestas veraniegas, un plan inigualable para los más pequeños. Todo lo que sea fiesta y jarana les chifla. Recuerdo mis mejores fiestas con 15 años. Y a falta de uno, puede que como yo tengas hasta dos, el pueblo de tu padre y el pueblo de tu madre. La libertad de la que los niños gozan en el pueblo les chifla.
- A casa de un amigo. Hay quien dice que no hay que tener yate, que lo que hay que tener es amigo con yate y que te invite. De esta forma disfrutas del yate, sin tener que ocuparte de atenderlo. En atender léase cuidados y mantenimiento, lo que se traduce en gastos.
Ahora cambia yate por casa de la sierra, apartamento en la playa, bungalow en el campo, en fin, lo que sea que tenga tu amigo. Si puedes disfrutar de su generosidad, aprovéchalo, "hoy por ti, mañana por mí", en este caso "hoy por mi familia, mañana por la tuya".
- De intercambio de casa. Esta experiencia es algo que en mi familia tenemos pendiente de probar y estamos deseando, lo malo es que no hemos tenido la oportunidad aún pero tenemos amigos que sí que lo han hecho. Se trata de un tipo de consumo colaborativo, que brinda la oportunidad de conocer el lugar de vacaciones como una familia autóctona. Aunque te parezca curioso, quienes utilizan este sistema suelen ser profesionales y gente con nivel cultural medio-alto que busca una forma diferente de viajar. Y para que te hagas una idea puedes ver la película The Holiday (Vacaciones) en la que los personajes de Cameron Diaz y Kate Winslet, intercambian sus viviendas para las vacaciones de Navidad.
El intercambio se suele hacer entre familias similares así que dispondríais de todo el equipamiento para poder vivir cómodamente con los niños. Las ventajas y servicios de una vivienda habitual como si fuera la vuestra propia. También se suele dejar un detalle de bienvenida junto con las instrucciones de los lugares de interés, dónde hacer las compras, restaurantes recomendados, etc.
Esto es posible gracias a plataformas online. En algunas pagas una tarifa anual que te permite hacer todos los intercambios que quieras durante ese año y no sólo para vacaciones, sino que también para escapadas de fin de semana o puentes, así que el coste se puede amortizar muy bien. Algunas de estas webs son: intercambiocasas.com, homeforhome.com, guesttoguest.es entre otras.
- De camping. ¿Quién no ha hecho camping alguna vez en su vida? Yo desde luego sí que he podido disfrutar esta experiencia en mi infancia, ahora me falta ofrecérsela a mis hijos.
Sin duda alguna este es un plan que a los niños les fascina. Meterse en el saco de dormir en la tienda de campaña y con la linterna a mano tiene un gran atractivo para los más pequeños. Seguro que despertará vuestro lado más aventurero. Además el camping ofrece una convivencia estrecha con el resto de campistas procedentes de los lugares más diversos. Os llevaréis amistades nuevas. - De Alquiler a una casa entre varios amigos. Si os juntáis varias familias de la pandilla de amigos y alquiláis una casa grande para todos, seguro que el gasto es menor que si cada familia tiene que alquilar la suya propia. Además tus hijos disfrutarán de estar con los hijos de tus amigos. Lo malo de esto es que sois más para poneros de acuerdo y eso puede complicar un poco el proceso, pero seguro que merece la pena. Nosotros estamos intentando esta opción para este verano, sobre todo por lo divertido de juntarnos. Para esto también hay varios portales en los que buscar cómodamente casa de vacaciones.
- De hoteles con niños gratis. Cada vez más el sector hotelero se enfoca en atraer a las familias como clientes y no es raro que haya hoteles que alojen a los niños gratuitamente. Además suelen tener actividades y juegos pensando en los más pequeños. Sin duda alguna, tus hijos no se aburrirán con todas las cosas que preparan.
Y a ti ¿cuál de estas opciones te falta por probar?
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