Nada más lejos de la realidad, con tres hijos, a las pruebas me remito. Creo que esa falsa sospecha hizo que no esperáramos mucho para lanzarnos a tener hijos y fue dicho y hecho.
Haber sido padres jóvenes, al menos con nuestra primera hija, es algo de lo que nos alegramos enormemente. Sin embargo, yo soy de las que pienso que nunca es tarde si la dicha es buena.
¿Sabes cuándo serás madre?
Como ya he contado alguna vez, si algo tenía claro desde mi niñez era que quería ser madre. Así que si verdaderamente hubiera tenido certeza de dificultades no habría dudado en recurrir a una clínica de reproducción asistida como Barcelona IVF.Hay mujeres que sí que pueden tener problemas de fertilidad futuros y permanecen totalmente ajenas e ignorantes a ellos hasta que ya es demasiado tarde. Muchas, ni siquiera saben que a partir de los 30 años ya se va perdiendo la fertilidad y que a los 35 ya no pueden ser donante de óvulos.
Así que una cosa es lo que una quiera y otra muy distinta lo que se pueda. Las mujeres españolas somos las que más posponemos la maternidad después de las italianas. Por más que nos duela, la realidad es que la esterilidad es un problema que afecta cada vez a más parejas y su principal causa es el retraso en la búsqueda del embarazo.
No tomes decisiones precipitadas
Las circunstancias personales particulares, el ritmo frenético laboral de hoy en día y cuestiones médicas diversas hacen que no podamos ser totalmente libres de decidir cuándo queremos ser madres y se posponga hasta el último momento, cuando las condiciones biológicas empiezan a ser comprometidas y pueden llevar a tomar decisiones precipitadas.Cuando digo decisiones precipitadas, probablemente se te venga a la cabeza alguna amiga o conocida que al llegar a cierta edad, se emparejó con el menos indicado, en el mejor de los casos fue madre rápidamente y más rápido aún se separó del padre de su hijo.
Por suerte, también conozco el caso de mi amiga, llamémosla Lucía, que tiene claro que no piensa compartir su vida ni mucho menos ser madre con el primero que pase por una cuestión de edad. Pero tampoco descarta el ser madre en el futuro y te voy a contar cómo ha hecho. Y es que sé que a ti como a mí, te gusta conocer casos reales.
Preserva tu fertilidad para maternidades futuras
Mi amiga Lucía me contó todo hace casi un año, cuando estaba en pleno proceso de congelación de sus propios óvulos. Sí, sí, has leído bien congelación de óvulos, o si quieres vitrificación, que es su terminología técnica. Se trata de un proceso sencillo que dura entre 10 y 15 días y que con las medicaciones actuales no tiene efectos secundarios importantes.Yo había leído ya de esta posibilidad cuando conocidas empresas ofrecían estos tratamientos de forma gratuita para sus empleadas como medida de conciliación ruin. En aquel momento me pareció una oferta detestable. Sin embargo, hay que reconocer que este tipo de técnicas y avances pueden ser utilizados con un fin muy loable, como es posibilitar maternidades futuras a mujeres que pasan por enfermedades como el cáncer, cuyo tratamiento afecta a su fertilidad.
Y es que si bien no puedes ser donante de óvulos más allá de los 35, afortunadamente sí que puedes congelar tus propios óvulos después de esa edad. Aunque cuanto más temprano lo hagas, en mejores condiciones estarán tus ovarios y por lo tanto tus óvulos. Así pues, antes de iniciar el proceso es necesario conocer el estado de tu reserva ovárica para poder darte un pronóstico así como para adecuar la mejor pauta de tratamiento para tu caso y así lograr preservar tu fertilidad.
Pero, ¿cómo se realiza el proceso de vitrificación de ovocitos?
Marta Colodrón, doctora de la clínica Barcelona IVF, me ha explicado que este método consiste en deshidratar la célula que queremos criopreservar de una manera "ultra rápida" para evitar daño celular. Pero antes de llegar a ese momento de deshidratación de los óvulos para poder conservarlos, hay que conseguir la extracción de los mismos.Lucía inició un tratamiento para estimular la producción de óvulos y permaneció bajo el control del equipo médico de la clínica durante 8-10 días para controlar el crecimiento de los folículos.
Cuando ya había un número de folículos adecuado y de un tamaño apto le programaron la punción ovárica que se realiza bajo sedación y de forma totalmente ambulatoria. Así solo necesitó estar en la clínica unas 3-4 horas ese día.
El mismo día, una vez obtenidos los óvulos, Lucía sabía cuántos se podían congelar y estaba feliz por haber conseguido una cantidad bastante abundante que criopreservar para el futuro. En el siguiente vídeo puedes ver cómo lo hacen.
El embarazo con óvulos vitrificados se consigue a través de una fecundación in vitro de los óvulos con el esperma del padre o bien de donante y posterior implantación de los embriones en el útero de la madre.
¿Qué te parece esta forma de preservar la fecundidad? ¿No me digas que no es grandioso que mujeres que tienen que pasar por duros tratamientos para curarse puedan luego ser madres?
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