Cosas que los niños pierden con frecuencia
- Zapatitos: Recuerdo muy claramente cómo Carmen perdió una zapatilla con 5 meses de edad en Semana Santa en Sevilla. Es lo que tiene ser la primera, que te acuerdas muchísimo más de todas las cosas. Eso y que aún conservamos la pareja.
- Esta pérdida fue por mi culpa, que me empeñaba en poner zapatos a un bebé cuando ni tan siquiera había necesidad de proteger sus piececitos del frío. Pero si algo aprendí de eso, es a no ponerle zapatitos a los bebés cuando van en el carro y no hace frío y menos aún si ni siquiera camina. Ni Bruno ni Ángela han perdido zapatitos después.
- Calcetines: Creo que estos son más una pérdida doméstica, sobre todo en los viajes de estas prendas a la lavadora. Aunque tengo que reconocer que en mi casa no pasa. En cuanto hay un calcetín desparejado eso ya es un "tenemos un 33-12", una expresión con humor que tenemos para definir estas situaciones. Y la realidad es que tengo esa manía de no parar porque hay que encontrar la pareja sí o sí.
- Guantes, gorros y bufandas: Nosotros no hemos perdido mas que unos guantes de Carmen, que por cierto eran preciosos, eran unas caperucitas rojas muy muy monas, fue llevarlos un único día al colegio y desaparecer el par completo. El resto, solía llevar manoplas con la típica cuerda que une una con otra y va por dentro del abrigo y hace que no las pierdan, así que sin problemas. Pero me consta que lo del guante o manopla desparejada es un clásico.
- Baberos: Este es el "hit number one" de Ángela. Al inicio de curso en su guardería nos pidieron cinco baberos marcados para cada día de la semana. La verdad que teníamos un buen ajuar, me atrevería a decir que casi el doble de los que nos pedían. Pues bien, han ido desapareciendo paulatinamente a lo largo del curso hasta casi no tener los cinco necesarios.
- Babis: Una de las pérdidas de prendas escolares más común es el babi. Bruno también perdió alguno que otro. Y aquí el tema de la homogeneidad dificulta el recuperar el propio. Seguramente encuentres más de un babi en el baúl de las cosas perdidas, pero la probabilidad de que sea el que ha perdido tu hijo ya es otra cosa.
- Bañadores: Este no es tan clásico, pero es algo que nos pasó con Bruno. Si los niños van a la piscina con la escuela infantil o el cole es una pérdida probable. Sobre todo cuando hay que ayudar a tantos niños a que se cambien. En nuestro caso fueron desapareciendo progresivamente hasta tres bañadores y ya la escuela decidió que era cantidad suficiente como para reponérnoslos.
- Gorras: En el campamento de verano del año pasado no recuerdo el número de gorras que Bruno llegó a perder. Yo procuro tener gorras de "merchandising" para estos menesteres y así si se pierden no te da tanta pena. Aunque honestamente tengo que reconocer que la gorra es un complemento que se puede perder muy fácilmente y no sólo en el campamento de verano.
- El fin de semana que estuvimos de padres primerizos con Ángela en Santillana del Mar, fuimos a una playa de Suances y estuvimos dando un paseo porteando a Ángela a la espalda y en algún momento cuando ella se durmió, se le cayó la gorra. Nos dimos cuenta al volver al coche, así que retrocedimos sobre nuestros pasos y la recuperamos. Y ¡qué alegría da cuando encuentras algo que ya dabas por perdido!
- Juguetes y peluches: Este es un clásico. Tú le dices a tu hija que no se lleve su peluche delfín preferido porque corre el riesgo de dejarlo olvidado en algún sitio y perderlo y ella dice que no, que va a tener muchísimo cuidado y que no se le va a perder. Pero al final inevitablemente pasa lo que tú pronosticaste y que desearías no haber predicho.
- Al parque tú llevarás juguetes para tu hijo, y jugarán con ellos todos los niños menos el tuyo. Cuando vayas a regresar a tu casa tendrás que ir recolectando vuestros juguetes entre los niños del parque, así que si recuperas todos será suerte.
Visto lo visto de mi lista de objetos perdidos, parece que lo que más se pierden son los complementos. Y eso ocurre incluso llevando las cosas de los niños marcadas, ya si van sin marcar ni te cuento lo que se pierde.
Pero además de haber objetos que se pierden más frecuentemente, también hay sitios en los que es más probable perder cosas.
Lugares y eventos en los que se pierden las cosas
Tratándose de niños, parece lógico que unos de los lugares más comunes en los que pierden las cosas son:- Guardería, escuela infantil o colegio: Entre tantos niños, es inevitable que en alguna ocasión se pierda algo. Creo que se cumple el típico refrán: "tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe".
- Parque: Un lugar en el que casi la única regla que últimamente prevalece es que "todo es de todos".
- Viaje o excursión: El sube y baja de autobuses o medios de transporte es situación totalmente propicia a olvidos y pérdidas.
- Campamento de verano: De nuevo un lugar con mucha afluencia infantil en el que no es extraño que se extravíen las cosas.
- Piscina: Lo de perder el bañador en la piscina parece extraño, pero ya te digo que pasa.
- Playa: A la playa se llevan juguetes y complementos como las gorras. No es difícil que algún rastrillo quede enterrado en la arena.
- Fiestas populares: Entre el jolgorio y celebración es muy muy fácil despistarse de cualquier cosa.
Si bien soy una persona precavida y cuidadosa con las pertenencias, también creo que el temor a perder un objeto y un apego excesivo a las cosas no deben ser el límite que nos impida disfrutar de la vida y las experiencias que nos brinda en plenitud. Y eso es lo que quiero trasmitir a mis hijos: responsabilidad con sus pertenencias, pero también consciencia de que las cosas son sólo eso, cosas.
¿Pierde muchas cosas tu hijo? ¿Cuál es el objeto que más veces ha perdido y dónde?
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