¿Es malo que los niños caminen descalzos?

Seguro que aún tienes el vivo recuerdo de tu madre detrás de ti diciéndote que te pusieras las zapatillas y no andaras descalza para no coger frío. ¿Realmente es malo andar descalzo? ¿Se enfriará tu peque si camina con los pies al aire?¿Puede perjudicar a la pisada correcta del pie y al inicio de la marcha? Destruye algunos mitos y descubre los beneficios de que los niños anden descalzos.



Contrariamente a los que podríamos pensar, andar descalzo mejora la postura, salud e incluso inteligencia. Y es que las plantas de los pies tienen mayor densidad de terminaciones nerviosas que cualquier otra zona del cuerpo y la misma riqueza de percepción sensorial que las manos. Por esto y otras razones, hay que evitar calzar precozmente a los más pequeños.

Cómo proteger los pies de los niños

Los zapatitos pequeños sin suela, lo único que hacen es que los bebés sientan los piececitos aprisionados por una cuestión meramente estética, así que lo más recomendable es evitarlos.

Básicamente, la necesidad de cubrir los pies de los pequeños es para protegerlos del frío en invierno, así que con comprar calcetines lisos y sencillos pero bien calentitos es más que suficiente.



Pero, una de las cosas que más gusta a los bebés es quitarse los zapatos y los calcetines continuamente, forma parte de la autoexploración de su cuerpo y es prácticamente imposible que estén siempre calzados, además de totalmente innecesario.

Si no queremos que tengan los pies al aire, una buena forma de conseguirlo son las medias y panties para niñas. Y es que los leotardos no se los quitan. El único peligro es que se puedan resbalar, si ese es tu miedo, debes optar por los calcetines antideslizantes o que vaya con los pies al aire.

Deja que tu hijo ande descalzo, favorece su desarrollo cognitivo

La estimulación sensorial a través de los pies descalzos y el movimiento físico son factores que ayudan a la maduración, la propiocepción y el desarrollo intelectual del niño.

Ya antes de caminar, cuando un bebé coge sus propios pies, experimenta sobre los límites de su propio cuerpo. Además, que el bebé se lleve sus pies descalzos a la boca, también ayuda a la madurez de la propiocepción y el desarrollo cognitivo.



Los pies también informan del mundo exterior, transmiten sensaciones de temperatura, texturas… que favorecen el desarrollo psicomotor del niño. Por eso es importante cuidar y potenciar la libertad de movimiento de pies y dedos.

El desarrollo motor es la base del desarrollo intelectual, imprescindible para acceder a procesos superiores del pensamiento. En los primeros años de vida, moverse descalzo es fundamental para el correcto desarrollo del sistema nervioso.

El estímulo táctil, de presiones o irregularidades del terreno por ejemplo, desarrolla la propiocepción, mejora la posición de las articulaciones y refuerza la musculatura.



Ya hay guarderías, como la de mi hija Ángela, que se plantean permitir a los niños andar descalzos por el jardín con el buen tiempo. Una forma estupenda de evitar reprimir la sensibilidad táctil de los piececitos de los niños para que disfruten de su cuerpo y su motricidad con los pies descalzos.

Andar descalzos no hace que los niños se resfríen

Sin embargo, uno de los mayores miedos de las madres cuando nuestros retoños andan descalzos es que se cojan un catarro. A pesar de que caminar descalzo no hace que se resfríen más fácilmente.

Ni los virus entran por los pies, ni los catarros se cogen del suelo. Los niños, al igual que los adultos, se resfrían al estar en contacto con otras personas que a su vez están resfriadas.

las infecciones respiratorias, catarros, gripes y resfriados comunes se transmiten de persona a persona. La forma de contagio es a través de las gotitas de saliva que emitimos al hablar o a través del contacto de las manos.

Así que lo mejor para prevenir los catarros no es evitar que nuestros hijos anden descalzos, sino educarlos en buenos hábitos de higiene como: lavado de manos, pañuelos de papel desechables y toser sobre el codo y no sobre la mano.

No andar descalzo es cultural, no natural

Desconozco el origen, pero es cierto que en España tenemos esa tendencia a evitar que los niños anden descalzos. Me quedó claro durante la estancia de nuestra primera Au pair.

Y es que en Estados Unidos, como en otros países, es muy común andar descalzos y no tienen la falsa creencia de que eso hará que se constipen. Además, para ellos, andar descalzos de verdad es andar con los pies totalmente desnudos. Andar con calcetines tiene incluso otra palabra específica para ello, pero no es andar descalzo.

Otra prueba de que andar descalzo no es perjudicial para nuestros hijos, sino todo lo contrario, y que tiene mucho que ver con la cultura y las circunstancias, es que en los niños de países en vías de desarrollo, en los que por razones obvias caminan descalzos, se observan menos trastornos de alineación de los pies y menos pies planos.

Reconozco que yo he sido un poco de esas madres que van siempre detrás de los niños para que se calcen y he tenido que reeducarme en este aspecto. Aún me da un poco de repelús las plantas de los pies sucias, pues por muy limpia que esté la casa es inevitable cuando andas descalzo. A pesar de esa barrera psicológica, intento liberar mis pies.



Cambiar un hábito o creencias aprendida desde la infancia como es no andar descalzo, puede costar un poco, así que para poder ir haciéndolo progresivamente y no sufrir, máxime cuando los bebés están todo el día gateando y jugando en el suelo, una opción es poner alfombras. Crean un ambiente muy acogedor y hay un montón de opciones. Las hay especialmente pensadas para los más pequeños y las hay hasta vinílicas que se pueden incluso limpiar con una fregona.

Y tú ¿te animas a unirte a la liberación de los pies? ¿dejas que tus hijos anden descalzos o siempre has creído que hará que se resfríen?

Fuentes:
http://revistas.ucm.es/index.php/RICP/article/view/RICP0707120027A/18634
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23468936