Ocho formas diferentes de quitar el chupete |
Aunque es un artilugio que viene muy bien para calmarles en algunos momentos, no hay que negar la realidad de que el chupete puede ser perjudicial para el desarrollo del lenguaje y no conviene abusar de su uso.
Nosotros a los 10 meses de edad de nuestros hijos, tanto Carmen como Bruno, limitamos su uso exclusivamente a las siestas y las noches, unos meses más tarde sólo a la noche y a los dos años exactos en el caso de Carmen y algo más tarde en el caso de Bruno, los retiramos de la circulación.
Hay muchas formas de quitar el chupete, en cada familia hay una tradición diferente, pero además cada niño tiene la suya propia y particular.
8 formas diferentes de decir adiós al chupete
- Tirárselo al perro. A mí, mi madre me estuvo convenciendo de que mi chupete estaba muy sucio y muy viejo y que se lo tirara al perro que había en el patio de debajo de nuestra casa. Yo misma en un arrebato de heroicidad lo tiré y por lo tanto fui consecuente con mis actos y no lo pedí más, sabía que era irrecuperable.
- Tirarlo a la basura. Con mi hija Carmen tuve algunas conversaciones sobre el tema antes de que se acercara su cumpleaños de los dos años. Tenía un lenguaje lo suficientemente desarrollado para poder tener estas pequeñas charlas. Hablábamos de que ella ya se hacía grande y los niños grandes ya no usan chupetes, así que el día que cumplió los dos años, estaba en casa de su yaya y lo tiró a la basura. Tal y como me ocurrió a mí muchos años antes cuando yo misma tiré mi propio chupete, Carmen no pidió el suyo nunca más.
- Hacerlos desaparecer. Con Bruno la cosa parecía más difícil porque su desarrollo del lenguaje no nos permitía tener una conversación con la que convencerle de que no lo usara. Normalmente cuando le acostábamos sólo se lo dejábamos al lado de la cama a su alcance para que él lo cogiera si quería. Después de un día que estaba tan cansado que se dormía sin cogerlo y otro que tampoco hizo intención, directamente se lo quité de al lado de la cama sin hablarlo con él ni decirle nada, como una cosa natural y hasta hoy. Retiré toda la colección y los tiré a la basura. No soy persona de guardar estas cosas ni de recuerdo.
- Dárselo a Papá Noel o los Reyes Magos. En algunas familias, si coincide con las fechas de la Navidad, los niños se lo dan a Papá Noel o a los Reyes Magos. Puestos a elegir a alguien a quien confiar algo muy querido para ti, yo soy más partidaria de los Reyes Magos que del gordinflón de rojo ;)
- Quitarle todo su encanto. Algunas mamás lo que hacen es cortar la tetina para que no puedan ponérselo y les deje de gustar e incluso alguna vez oí que untarlos en algo que supiera mal o ácido como ajo o cualquier cosa desagradable.
- Colgarlo de algún árbol de los chupetes. Los árboles de los chupetes son unos árboles en los que los pequeños cuelgan sus chupetes que ya no usarán más. El hecho en sí puede es incluso un rito de iniciación de paso a la siguiente etapa de la infancia. Esta iniciativa surgió en Estocolmo hace 30 años y se ha ido extendiendo a otras ciudades del mundo. En España, el primer árbol de los chupetes surgió en el Parque de la Batería de Torremolinos y le han seguido otros como el de Sevilla, Valle de Arán, Badajoz o Logroño. Además, alrededor de estos árboles se han creado comunidades de familias que tienen estos árboles como punto de encuentro para convivir y participar en actividades conjuntas.
- Crear tu propia tradición familiar. En la familia de mi amiga Marta, el chupete se tira al estanque de los patos del Parque Rosalia de Castro en Lugo cuando te haces "mayor".
- Que sea el niño quien decida. Algunas mamis simplemente esperan a que sea el propio niño quien decida que ya no lo quiere y deje de usar chupete.
Y vosotros ¿usasteis chupete? ¿Os habéis desecho ya de los chupetes de vuestros hijos? ¿Cómo lo hicisteis?