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Momentos perfectos para ordenar en una casa con niños

jueves, 24 de marzo de 2016

Ya te conté por qué es importante el orden en el hogar familiar y los ocho beneficios que obtendrás cuando lo lleves a cabo. También te di algunas pistas de cómo tener tu casa y cabeza ordenadas.

Infografía momentos perfectos para ordenar en una casa con niños

Para respetar el orden del lugar que asignamos a las cosas hay que crear las correspondientes rutinas. Por ejemplo, si las llaves las ponemos colgadas del picaporte de la puerta de entrada, tendremos que ponerlas siempre ahí en cuanto entremos en casa y así siempre estarán en su sitio y siempre las tendremos disponibles y las podremos encontrar fácilmente.

Otra forma de mantener el orden en una casa es hacer limpiezas generales cada cierto tiempo, pues las limpiezas a fondo ayudan a rehacer el orden dónde se haya perdido. Sin embargo también se pueden hacer mini-limpiezas generales. Cuando la familia ha aumentado, hacer una limpieza general de una sentada es como misión imposible, aunque a mí me encantaría.

Los cambios de estación suelen ser un buen momento. Son ocasiones idóneas para mejorar e implementar el orden y para valorar el uso que le hemos dado a las cosas.

Escritorio de trabajo ordenado

Yo hago semi-limpieza general y reorganización mínimo cinco veces al año:
  1. Vuelta al cole. Toca reorganización de materiales escolares y uniformes.
  2. Cambio de armario otoño-invierno. Perfecto para retirar la ropa de verano que no nos va a servir para el siguiente estío y las cosas de invierno que hemos guardado pero que finalmente tampoco nos valen.
  3. Recoger la decoración de Navidad. Hay que guardar todos los adornos y hacer sitio a los nuevos regalos, una ocasión buenísima para reorganizar los juguetes.
  4. Cambio de armario de primavera-verano. De nuevo le damos una vuelta a la ropa.
  5. Fin de curso. Momento de retirar el material escolar que los niños ya no necesitan y guardar a buen recaudo las cosas que creamos que pueden servir para el próximo curso.
Armario ordenado

Si haces esas cinco semi-limpiezas, verás que hay muchos objetos que no has usado nada y que en realidad no vas a usar nunca más. Descubrirás que todo lo que necesita tu familia es tener menos, porque aunque no te lo creas, menos es más. Menos cosas es más tiempo para ti y para tu familia.

Es el momento de deshacerse de esas cosas. Hay que desechar, regalar o donar lo que no sirva, pues ocupa espacio y hace más difícil mantener el orden. Además, cuando las cosas no son útiles, no sólo no te facilitan la vida, sino que la complican al tener que estar pendiente de alguna forma de esas cosas que tienes y que sin embargo no te sirven para nada.

Y tú ¿cuándo encuentras el mejor momento para ordenar en tu casa? ¿haces semi-limpiezas y cambios de armario?

La importancia del orden en el hogar familiar

martes, 16 de febrero de 2016


Las labores como las de limpieza o bricolaje siempre las puedes subcontratar, e incluso que un decorador profesional te deje tu casa preciosísima. Así, con ayuda, te puedes quitar un gran peso de encima. Sin embargo, ordenar es algo que en mi opinión tiene que hacer uno mismo, pues es fundamental que encuentres tu propio orden. Sigue leyendo »

Tentenpiés saludables para el recreo y la merienda

lunes, 25 de enero de 2016


Ya te dije que las madres somos organizadas por necesidad. Y es que la necesidad agudiza el ingenio. Como cuando no sabemos qué poner para comer a la hora del recreo, uno de los clásicos quebraderos de cabeza en la buena alimentación de los niños. Toma nota de estas ideas que te traigo.
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Escucha y aprende

domingo, 16 de noviembre de 2014

La doble lectura de la frase "Escucha y aprende". Durante años de mi vida, diría que incluso hoy en día, he oído la frase "escucha y aprende" para instarme a callar y acatar todo lo que me tenían que decir "mis mayores". Sin embargo, afortunadamente, hace tiempo que empecé a encontrarle otro sentido muchísimo más constructivo.

"Escucha y aprende" es una frase que representa la actitud de escucha con nuestros hijos. Tendemos a avasallarles con nuestros criterios de lo correcto y lo incorrecto, sin pararnos a ver qué opinan, qué les preocupa, qué les interesa, etc. Si aplicáramos ese ejercicio de escucha a la inversa, aprenderíamos la mejor manera de ayudar a nuestros hijos, nos situaríamos en sintonía con ellos.

Ilustración de pizarra con el abc y rótulo que pone "Escucha y Aprende"
El modelo educativo en el que sólo el profesor habla y los alumnos escuchan

No es fácil, ponerse en esa situación de escucha, implica inhibirnos a nosotros mismos, mientras que resulta más fácil imponer la inhibición del otro, en este caso de los hijos, que indefensos acatarán nuestras normas. Hace tiempo hablé de cómo conversar sin interrupciones. En ese artículo mencionaba que es importante enseñar a nuestros hijos a esperar y respetar el turno, pero la mayor parte de las veces se nos olvida que debemos hacer lo mismo con ellos: respetarlos, no interrumpirlos y escucharlos.

En el colegio se premia al alumno silencioso
Esta actitud de mandar al otro escuchar y aprender  la venimos interiorizando desde la infancia, especialmente en el colegio. Las clásicas aulas con los pupitres en línea dirigidos a escuchar al profesor que parece "predicar" desde su "púlpito" se siguen manteniendo. En lugar de clases que fomenten la conversación, el diálogo, el trabajo en equipo, la experimentación y el aprendizaje a través de las propias conclusiones.

Aula de pupitres en fila orientados hacia el profesor
Clásica aula dispuesta para que los alumnos escuchen al profesor y no hablen entre ellos

La participación y el propio pensamiento está penalizado. Si un alumno comparte una reflexión personal que es errónea o que no va en sintonía con las creencias del profesor, este le corregirá y le dirá que no está bien. Con eso lo único que se consigue es que el alumno no quiera volver a participar ni equivocarse en lugar de que aprenda del error si es que ha incurrido en él. Una buena alternativa sería preguntar al alumno el porqué de sus razonamientos, así se aprenderá del alumno si ha acertado o bien el propio alumno podrá reflexionar por qué su planteamiento es erróneo en el caso de que lo sea.

Con este tipo de educación no se enseña a los niños a que piensen, sino a que tomen lo que les dicen por bueno. Se atrofia la capacidad de pensar por sí mismos. El modelo en el que los alumnos no pueden hablar entre ellos y sólo habla el profesor ya no es operativo. Además está demostrado que la educación basada en la memoria no funciona, el 90% de lo que se aprende con ese método se olvida.

Enseñar a pensar más y mejor
Todo esto no lo digo yo, lo dice el Profesor Robert Swartz, Doctor en Filosofía por la Universidad de Harvard y director  del National Center for Teaching Thinking de Boston, que visitó Madrid recientemente y ofreció una conferencia con el título “Pensamiento crítico y creativo desde la escuela”, para pedagogos y educadores en el Colegio Brains de Madrid.

Robert Swartz, al finalizar su conferencia en el Colegio Brains de Madrid
Robert Swartz, al finalizar su conferencia en el Colegio Brains de Madrid

Además Swartz explicó que los niños piensan de manera natural como respirar, así que no parece necesario enseñarles a hacerlo. Sin embargo, la sociedad actual, envuelta en estímulos, como la publicidad, específicamente diseñada para hacernos dejar de pensar, lo hace totalmente necesario. También dijo que lo más importante que les podemos enseñar es a diferenciar si la información que encuentran es fiable y precisa o no.

Además, después de su conferencia tuve el placer de hacer una entrevista a Robert Swartz para la Fundación Melior que te recomiendo que leas sí o sí. Le pregunté temas polémicos como los deberes o la imposición que sufren los niños de tener que copiar los enunciados de los ejercicios, para obtener por respuesta lo que yo ya pienso, pero dicho por un referente mundial y pionero en la inclusión del pensamiento crítico y creativo en las aulas. También me dio alguna pauta para desde casa trabajar ese pensamiento crítico y de toma de decisiones.

Y tú ¿También fuiste educado en un modelo educativo que te mandaba callar y escuchar? ¿Cómo te gustaría que aprendiera tu hijo?

Alternativa a las actividades extraescolares para estimular a tu hijo

jueves, 30 de octubre de 2014

Cuando tu hijo alcanza la edad escolar, una de las dudas es a qué actividad extraescolar apuntarlo. No es fácil elegir, la oferta es amplia, los niños con frecuencia no tienen los gustos definidos, los horarios escolares y laborales son complicados, hay demasiados compromisos con otras actividades, el presupuesto familiar no alcanza para invertir en ese gasto fijo todos los meses, etc.

Además de las complicaciones anteriores, cuando los niños son muy pequeños otro factor es que se ponen malitos, así que estar pagando una actividad que no tienes la seguridad de que la pueda disfrutar y aprovechar al máximo, pues parece que tampoco tiene mucho sentido. Tener que atarse todo un curso escolar a una actividad que no sabes si le va a gustar o si podrás mantener el compromiso de asistencia, no parece razonable.

Además, se habla mucho de la sobrecarga de actividades de los niños con las distintas actividades extraescolares. Pues bien, existe otra forma de estimular la actividad física, expresión corporal, creatividad, música, idiomas, etc de tu hijo. Se trata de participar en actividades puntuales relacionadas con la faceta que quieras potenciar. Pero si no tienes claro qué es lo que le gusta, también puedes ir probando diferentes temáticas y ver lo que le va motivando más.

Cómo estimular otras facetas de tu hijo sin "atarle" a actividades extraescolares
Y la pregunta es ¿dónde puedo llevar a mi hijo a actividades "sueltas"? En Little Kingdom, un centro de ocio infantil y además bilingüe ubicado en el madrileño barrio de Arganzuela y al lado del magnifico parque "Madrid Río", a orillas del Río Manzanares. Encontrarás actividades de lo más diverso y variado. Los más pequeños como bebés desde los seis meses podrán disfrutar de cuentacuentos o música en familia por ejemplo. Actividades abiertas a todos los públicos son los conciertos de música en inglés o de música clásica y canciones tradicionales infantiles. Los más mayores encontrarán desde manualidades hasta cocina, percusión, taller de robótica o clases de chino.

El valor añadido es que, al ser un centro bilingüe, muchas de esas actividades son en inglés y casi todas llevan aparejado el disfrute de tiempo de juego en el magnífico castillo de bolas medieval que tiene el centro. El mejor lugar para estimular la psicomotricidad de forma segura y divertida para los peques. Bruno y Carmen nunca saldrían de ese laberinto de pasadizos, rodillos, obstáculos y piscina de bolas. Así que al final tienes un tres en uno: actividad+inglés+psicomotricidad en parque de bolas ¿se puede pedir más?

Castillo de bolas de Little Kingdom


Estas actividades se ofertan habitualmente durante el fin de semana, para mí un horario perfecto y es que en nuestra familia preferimos tener actividades en los momentos en los que no estamos agobiados por las obligaciones escolares y laborales.

Ventajas de las actividades de Little Kingdom
  • Da libertad de horarios, si puedes vas y si no, ya habrá otra ocasión.
  • No implica un gasto de dinero fijo.
  • Permite probar muchas cosas diferentes hasta saber qué es lo que más le gusta a tu hijo.
  • Integra la lengua inglesa de forma natural en las actividades.
  • Además ofrece tiempo de juego y diversión añadida a la propia actividad con su parque de bolas.
  • También cuenta con actividades que tienen en cuenta el entorno sociocultural  y están relacionadas con las distintas épocas del año o festividades como Halloween, Navidad, Carnaval, etc.
Cartel de fiesta de Halloween en Little Kingdom

Así, para el primer fin de semana de noviembre han organizado una Gran Fiesta de Halloween, con minidisco, concurso de disfraces, manualidades y juegos. Todo ambientado en la terrorífica temática. Un plan fácil y cómodo para ti y para que tu hijo disfrute sin que tú tengas que preparar nada en casa.

A mis hijos les encanta participar en cualquier nueva actividad que les proponga, sobre todo a Carmen, para ella cualquier reto es apetecible. También les gusta celebrar todo lo que se pueda celebrar, en eso salen a mí ;) Este año en Halloween irán disfrazados de esqueletos, cada uno a su estilo.

¿Qué te parecen este tipo de actividades y talleres? ¿Le gustan a tu hijo? ¿Y Halloween? ¿Cuál es su disfraz aterrador preferido?

La primera vez que tu hijo usa el ordenador

jueves, 18 de septiembre de 2014

Manos de niños sobre el teclado de ordenador
La primera vez que tu hijo usa el ordenador

Para saber cuándo y cómo será la primera vez de nuestros hijos en algo, a veces puede servirnos de referencia nuestra propia primera vez, como por ejemplo cuando empezamos a hablar. Sin embargo, hay muchas primeras veces de nuestros hijos en las que no podremos usar nuestras propias primeras veces como modelo.

Cuándo usamos nosotros las nuevas tecnologías por primera vez
Así ocurre con la primera vez que usamos un ordenador. Nuestro mundo tecnológico no es nada comparable al de nuestros hijos. En nuestra avanzada vida escolar era cuando empezábamos a usar el ordenador más como una máquina de escribir que otra cosa, para pasar los trabajos escolares a limpio y entregarlos impresos. Quizás para jugar a algún juego de ordenador y poco más. En la adolescencia tuve un amago de aprender a usar MS-DOS que ahora recuerdo como horrible.

Ni qué decir tiene que no fue hasta mi época universitaria cuando tuve mi primera cuenta de correo electrónico que desbancó por completo a las cartas manuscritas, y más tarde, ejerciendo ya como profesional, cuando creé mis primeros perfiles en las redes sociales.

Hay que partir de la premisa de que nuestros hijos no cumplirán esos tiempos ni mucho menos, más que nada porque nosotros nos hemos ido adhiriendo a las tecnologías según han ido proliferando, pero cuando nuestros hijos han nacido, todas esas tecnologías ya estaban aquí, por eso son los llamados nativos digitales y como tales hay que ayudarles a que aprendan a vivir en el mundo en el que han nacido.

En ningún caso debemos pretender que nuestros hijos se adapten a nuestro mundo ni que vivan una infancia con la referencia de la nuestra propia, por muy buena que fuera. En su lugar, debemos ser nosotros los que nos adaptemos a su mundo que es el nuevo en el que les tocará vivir y en él están plenamente instaladas las nuevas tecnologías, nos guste o no. Cada momento y cada época tiene sus ventajas y sus inconvenientes, aprovechemos las ventajas de lo que nos toca vivir. Esto es extensible a todos los ámbitos.

Acompañar a nuestros hijos y animarles en el uso de las nuevas tecnologías
En el artículo que escribí para la Fundación Melior bajo el título Nativos digitales sí, huérfanos digitales no, explico, además de pautas para protegerlos en la red, que no podemos delegar en las nuevas tecnologías el cuidado, la educación y el entretenimiento de nuestros hijos. Somos nosotros los responsables de ello, eso sí, usando las nuevas tecnologías como estupendas herramientas con toda la cantidad de oportunidades y utilidades que nos brindan.

En ningún caso un dispositivo tecnológico y la experimentación virtual deben sustituir a la experiencia real, puesto que es algo irremplazable. Sin embargo, tampoco hay que dar la espalda a la multitud de oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías.

La mejor forma de proteger a nuestros hijos en Internet, es que nosotros sepamos movernos y usarlo, que no nos quedemos obsoletos. De esta forma, si nosotros hacemos un uso responsable y sano de las nuevas tecnologías, se lo podremos transmitir a ellos. Pero si por el contrario no sabemos y lo demonizamos, cuando está a la orden del día, perderemos autoridad en este tema. Nuestro hijo no nos buscará como referencia de uso, incluso podrá llegar a ocultarnos sus movimientos en este aspecto porque nosotros "no tenemos ni idea".

Los niños mimetizan todo lo que hacemos sus padres y aunque por un lado me molesta, me hace gracia ver como Bruno se acerca a mi ordenador cuando yo estoy tecleando y empieza a darle a la tecla ;)

Cuándo es el mejor momento para que usen las nuevas tecnologías
Diría casi que desde que son bebés e incluso fetos, pues podemos usar las nuevas tecnologías como fuente de información y de recursos que al final repercuten en el niño. Así ya nos estaremos informando de cuál puede ser el carrito mejor en relación calidad-precio, o bien las ventajas del porteo, cómo paliar los cólicos del lactante, y muchas otras cuestiones. Sin olvidar que gracias a la tecnología digital tendremos millones de fotos de nuestros bebés, y no como yo, que siendo la última tengo cuatro documentos gráficos de mi infancia :( A todos nos gusta ver fotos de pequeños, incluso cuando tenemos tres años nos gusta ver fotos de nosotros de bebés ;)

Cuando ya van creciendo, podemos usar los dispositivos para almacenar todo tipo de contenidos audiovisuales, desde todo el repertorio de Los Cantajuegos hasta un montón de episodios de Peppa Pig por ejemplo. Poco a poco podremos encontrar aplicaciones lúdicas interactivas que están disponibles gratuitamente tanto para iOS como Android y con las que pueden jugar y aprender las formas y colores por ejemplo.

Algún juego de este tipo lo uso de vez en cuando con Bruno (3 años), pero siempre con mi supervisión y compañía, entre otras cosas porque la tablet es mía, ellos no tienen sus propias tablets ni mucho menos, y no quiero que acabe hecha añicos. A él le encanta.

Lo maravilloso de ver cómo se relacionan los niños con los gadgets es que ves que para ellos todo es táctil y no lo conciben de otra manera y es muy divertido cuando tienes algún dispositivo con tecnología más antigua ver como intentan usarlo como los actuales.

Enseñar a los niños a que la tecnología esté a su servicio y no al revés
En casa tenemos dos tablets: una es exclusivamente mía, aunque esporádicamente la comparto con el resto. Hay otra que es de uso familiar, no propiedad de los niños, aunque yo no la suelo usar salvo con ellos, el Padredefamilia sí que la usa. El uso de la tablet lo controlamos nosotros, de la misma manera que controlamos cuándo se enciende la tele.

Me encanta cómo Carmen busca en YouTube tutoriales para hacer pulseras o alguna manualidad o vídeos de bailes modernos. Esto es usar la tecnología para satisfacer sus propios intereses como puede ser la papiroflexia por ejemplo. También ve vídeos de niñas americanas que cuentan en inglés cómo hacen un pastel, con lo cual doble función: además practica el inglés y poco a poco adquiere capacidad crítica sobre los contenidos. Comparte conmigo si un canal de YouTube le parece interesante porque tienen muy buenos tutoriales por ejemplo.

Así Carmen, aunque por supuesto aún no tiene ningún perfil en ninguna red social, está interactuando en las redes sociales. Yo también comparto con ella muchas cosas de las que yo hago en Internet y ella me da su aportación y en ocasiones ideas muy, muy buenas. Las posibilidades de poner la tecnología al servicio de nuestros intereses son inmensas. En casa no somos para nada de la idea de prohibir, en nada ayudará mantener a un niño aislado del mundo tecnológico, sino que lo hará vulnerable ante un mundo en el que no ha aprendido a desenvolverse.

Si de todos modos no te sientes seguro a la hora de proteger a tus hijos en el mundo digital, tenemos la suerte de contar con productos que ofrecen control parental que además se pueden implementar en todos los dispositivos del hogar y con los que se pueden limitar los contenidos que consideremos no adecuados para su edad.

Tener móvil es el rito de paso a la pubertad
En una ocasión oí a alguien comentar que el momento de tener móvil es el rito con el que se da el paso a la pubertad. No pudo estar más acertado en esa expresión, pues el móvil va unido a mayor autonomía y autogestión, son pequeños pasos de ensayos hacia la edad adulta. Suele ocurrir cuando los niños pasan al instituto. Los padres creemos que el que tengan móvil significa que los podremos localizar siempre, pero realmente el que tengan móvil no significa que tengan que estar siempre disponibles para nosotros, aunque nos gustaría. Del mismo modo que nosotros tampoco estamos disponibles indiscriminadamente y a cualquier hora para los demás. En cualquier caso aún no he llegado a esa etapa de la que supongo adquiriré otra perspectiva cuando me toque ;)

Y tus hijos ¿usan las nuevas tecnologías? ¿Te da miedo el que estén desprotegidos en Internet?

Este artículo forma parte de la colección de artículos bajo el título "La Primera Vez".

Situaciones "Consejos vendo y para mí no tengo"

jueves, 17 de julio de 2014

"Consejos vendo y para mí no tengo" o lo contrario de "predicar con el ejemplo". Yo soy muy refranera, aunque aún no había llegado a sacar ningún refrán en el blog, al menos que recuerde de forma consciente.

Un plato de jamón con el rotulo encima: Consejos vendo y para mí no tengo cuando... pico entre horas Las situaciones paradójicas en las que no predicamos con el ejemplo :P

"Consejos vendo y para mí no tengo" se lo pueden aplicar tanto madres y padres como todo adulto encargado de educar a un niño. Y es que ¿quien no le dice a los niños que se laven los dientes y luego pasa de hacer lo propio después de merendar? o que se laven las manos antes de sentarse a la mesa, o que no se dicen palabrotas y sobre todo, que no se pica entre horas... en fin. Yo intento ser honesta, pero aún así no me salvo y es que los instintos me traicionan.

Este tipo de situaciones paradójicas son exactamente las que representa de forma muy divertida el spot de la marca Casa Tarradellas, en el que todos “los mayores” pican entre horas ¡¡¡y a escondidas!!! y es que, al igual que los niños, a veces tampoco podemos resistirnos a nuestros instintos.


En mi caso el refrán "consejos vendo y para mí no tengo" creo que podría ser a la hora de soltar algún que otro "taco", de hecho mi hija Carmen es la que me controla con el tema y parece hasta que tiene un detector, pues los caza aunque la conversación no vaya con ella y es que a veces se me olvida que están delante cuando hablo.

¿Y tú? ¿cuál es tu situación "consejos vendo y para mí no tengo"?

Cómo poder conversar sin interrupciones

lunes, 14 de julio de 2014

Conversaciones sin interrupciones
Cómo mantener conversaciones sin interrupciones
Desde que soy madre cada vez me resulta más difícil mantener el hilo de una conversación hasta el final y sobre todo sin interrupciones, aunque poco a poco lo estoy consiguiendo. Pero no sólo son los vástagos los que afectan a esta realidad:

Quiero hablar con el Padredefamilia de algo y Carmen quiere que vea el último vídeo de Michael Jackson que ha descubierto en YouTube. Lo veo y le digo que muy bien y que vaya a ducharse. Intento retomar la conversación y entonces es Bruno el que se queja porque no puede abrir la puerta, le ayudo. ¿Por dónde iba? Ahh, ya.

Entonces el Padredefamilia me pregunta si quiero cenar ensalada de tomates con queso o con anchoas y que prepare las basuras para bajarlas. Suena una notificación de Twitter, alguien me ha mencionado, "favoriteo", me voy a los baños a recoger las bolsas de las papeleras y vuelvo a ver si antes de bajar puedo llegar a la mitad de mi mensaje.

Pero no, el grupo de pádel de Whatsapp me recuerda que tengo que reservar la pista para mañana no se me vaya a olvidar (benditos ellos que están pendientes, pues justo en el momento que hay que reservarla tengo demasiadas cuestiones entre manos, o entre palabras). Intercambio un par de frases y entonces es Carmen quien me llama para que le acerque el pijama para ponerse cuando salga de la ducha (le he repetido por activa y por pasiva que se lo prepare ella antes, pero la mayor parte de las veces se le olvida).

Llama la buenaabuela para saber qué tal le fue a Carmen su examen y si Bruno se acuerda de ella y la nombra. Paso el teléfono para que abuela y nietos puedan hablar mientras yo voy organizando las ropas. Terminan su conversación y retomamos dinámica de duchas, cenas, preparar las cosas para el día siguiente y acostarse.

Cuando ya por fin los niños están en la cama y tenemos nuestro ágape listo para hincarle el diente, es el momento de retomar la conversación, pero cuando nos acabamos de sentar oimos a Bruno llorar, el Padredefamilia va a su habitación, se le ha caído el osito al suelo, se lo recoge y vuelve a nuestra cena y conversación a medias.

En este "impasse" me he puesto a consultar los mensajes del grupo de Whatsapp de padres del cole que están comentando sobre cómo tienen que ir vestidos los niños para la fiesta de fin de curso y es que no me había enterado, así que cuando el Padredefamilia vuelve, aprovecha para ver qué se cuece en Facebook. Por fin ambos dos liquidamos todos los hilos de conversación y comunicaciones al margen, pero ya estamos en el final de la jornada y bastante cansados. Terminamos de despachar, seguro que se nos han quedado muchas cosas en el tintero de las que en ese momento ya ni nos acordamos.

Este puede ser un buen ejemplo de varios intentos fallidos de contarnos algo.

Los niños interrumpen y Whatsapp más
Ya Lucía de Baballa escribió un artículo en el que contaba su frenética comunicación vía Whatsapp, por suerte yo aún no he llegado a su nivel. Abrió el debate, pues aún quedan personas que no lo usan ni lo quieren tener. Personalmente yo estoy muy a favor. A mí me ayuda mucho a mantenerme muy en contacto con mis familiares que no los tengo cerca y así saben de los niños, puedo mandar fotos y vídeos, así como recibirlos. Por no decir que me ayuda a no perderme información de cosas que pasan en la clase de Bruno, lo que me viene muy bien porque él, contar, no es que cuente mucho. Además te permite conversar en entornos de silencio como conferencias, reuniones, etc.

Con todo esto tengo un montón de grupos: el grupo de mi familia, la familia del Padredefamilia, los colegas de patines, los de pádel, mis amigas de desayunos, los papás de la clase de Bruno, uno de amigas de Carmen. El Padredefamilia tiene otros tantos, unos en los que coincidimos y otros en los que no (el de los colegas y los de las bicis por ejemplo). Aún así creo que ambos podríamos incluso aumentarlos, ¿qué tal un grupo de madres blogueras por ejemplo? Ah no, que para eso tenemos Twitter que es más universal ;)

Las redes sociales también interrumpen conversaciones
Y es que no sólo es el Whatsapp lo que nos interrumpe, si tienes las redes sociales en el móvil, pues eso también puede cortar constantemente una conversación. Tanto los grupos de Whatsapp como los de Facebook o G+ pueden freírte a mensajes que muchas veces ni te interesaran. Pero si estás en un grupo, es para lo bueno y para lo malo, así que no vale quejarse, aunque te manden mil chistes manidos y repetidos del papelón de la selección española de fútbol en el Mundial, la abdicación del Rey, Letizia, las Infantas y hasta el Príncipe Carlos de Inglaterra por ejemplo.

Aún siendo consciente de todo esto, a mí todo tipo posibilidad de estar más en contacto, me parece beneficioso, el quid de la cuestión está en cómo gestionemos y hagamos uso de esas herramientas que nos "facilitan" la comunicación.

Cómo conseguir terminar una conversación sin interrupciones
En casa estamos aprendiendo a que este tipo de cosas no nos pasen, o al menos eso intentamos y para ello aplicamos una serie de pequeñas pautas.
  1. Lo primero de todo hay que discriminar la conversación importante de la que no lo es, así como la urgencia del mensaje. Puede que tengamos que hablar algo inmediatamente aunque no sea lo más importante del mundo.
  2. Elegir el momento en el que vamos a hablar de algo. Tenemos un tema importante que tratar y quizás el momento de la vorágine de baños, cenas y demás no es el mejor para conversar de nada que no sean vanalidades, ni para intentarlo, así que lo mejor será decir: "tengo que contarte esto, recuérdame que lo hablemos luego" y así emplazaremos la charla para cuando ambos dos estemos con los cinco sentidos en la conversación.
  3. Enseñar a nuestros hijos a no interrumpirnos y viceversa, a no ser que sea estrictamente necesario. Con el pequeño aún no podemos trabajar este aspecto, pero Carmen lo ha asimilado perfectamente. La mejor forma de inculcar algo así es respetándola a ella también en las mismas ocasiones. Es decir, que no la interrumpimos cuando ella está hablando o contando algo, nos respetamos los turnos.

    Del mismo modo le exigimos que lo haga con nosotros y con su hermano también, pues esto no es una cuestión de edad, no se trata de que el mayor tiene más derecho de hablar y es al que no hay que interrumpir. De hecho odio la frase esa de: "Estamos hablando los mayores". Se trata de respetar los turnos de palabra de todos.
  4. Disuadir para que no nos interrumpan. Para reforzar el hecho de que queremos que respeten nuestro momento de conversación, podemos poner un cartel informativo en la puerta que rece la frase: "Por favor, NO interrumpir. Padres intentando conversar". Aquí lo tienes para descargártelo y ponerlo en tu puerta o regalárselo a alguien que creáis que lo pueda necesitar.
  5. Liberarnos de la disponibilidad permanente. Nos hemos acostumbrado a que si suena el teléfono fijo en casa o bien nuestro móvil, siempre hay que contestar. Pues confieso, que yo ya no hago eso y que muchas veces lo veo sonar y no contesto.

    Además he visto quien llamaba, pero si estoy liada no me viene bien hablar con nadie. Así que dejo que el teléfono suene, sigo con lo que tenga entre manos y ya devolveré la llamada en otro momento que me venga mejor y asumiendo que para entonces puede ser que esa persona no pueda hablar, pero ya encontraremos el momento bueno para coincidir.

    Como siempre lo mejor es el punto medio, pues hay personas que no se sabe muy bien para qué tienen teléfono móvil si luego nunca contestan, pero cada cual es libre de hacer lo que quiera.
  6. Silenciar los grupos de Whatsapp. Lo confieso, ya muchas veces silencio estos grupos, y el padre de familia ni os cuento. Y es que hay que reconocer que el pitidito constante de los mensajes y notificaciones puede llegar a desquiciar. Si es algo importante ya me llamarán o me localizarán. Una batería de chistes o gracietas, la puedo consultar y responder en cualquier otro momento, como cuando bajo en el ascensor por ejemplo. Reconozco que a veces, cuando estoy en una reunión con el móvil en silencio y lo oigo vibrar por un mensaje de Whatsapp, caigo en la tentación de mirar el mensaje pero lo hago de forma breve y fugaz para saber qué es y ya contestaré en otro momento.
Aplicar estas pequeñas pautas para conseguir que en la pareja podamos tener la comunicación que deseamos, además es un muy buen entrenamiento para poder tener conversaciones coherentes también cuando estamos fuera de casa y con otras personas. Y vosotros ¿Conseguís tener conversaciones sin interrupciones? ¿Cómo lo hacéis?

Cómo no jugar con la ilusión de los niños

lunes, 7 de julio de 2014

He aprendido a no adelantar planazos o premios a mis hijos si no tengo la seguridad al 99,9% de que va a cumplirse.

También intento no dar falsas expectativas con la callada por respuesta a la típica pregunta de: «¿Luego vamos al parque? Marta va al parque», pues como se suele decir, el que calla otorga. Si, por miedo a decir que no por la presión social, no damos la negativa o advertimos de que es poco factible, lo más probable es que nuestros hijos lo entiendan como una respuesta afirmativa y se creen ilusiones. Así que cuando inevitablemente les tenemos que decir que no, montan el pollo universal. Normal, no sólo por no haberle dicho un no a tiempo que pudiera ir asimilando, sino porque encima, sin quererlo, le hemos hecho creer que sí.

El miedo a decir que no
A veces caemos en el error de callar para no decir que no y hacemos creer que sí. Porque no nos gusta decir que no y "fastidiarles", y adoptamos una comunicación poco clara. Pero es que si no se puede, no se puede.

Yo me rijo por hablar con claridad y pienso qué tipo de respuesta me gustaría que me dieran a mí si estuviera en su lugar y creo que sería que me hablaran claro clarinete. Pero el que no me digan que no, haciéndome creer que sí para al final ser que no, pues la sensación que me crea que me están tomando el pelo o, como dice mi amiga Blanqui, potreando, y eso cabrea -y mucho- y a nuestros hijos también. A los adultos nos gusta que nos hablen claro y a los niños también.

Dónde dije digo, digo Diego
Si bien es muy tentador prometer que en vacaciones vamos a ir todos los días al parque y experimentar la gratitud plena de nuestros vástagos y euforia ante una promesa que ellos viven como una realidad, esa euforia se puede convertir rápidamente en un gran reproche si te atreves a truncar sus expectativas.

Perderás toda la popularidad de la que pudieras gozar, teniendo en cuenta que eres su progenitor, y pasarás a ser el número uno de su lista de “los más odiados" y #Nosin razón, además de perder toda la credibilidad para futuras ocasiones, pues de alguna manera les estamos fallando.

Eso por no hablar de la cantidad de veces que los hijos preguntan en el momento menos oportuno o con una insistencia abrumadora y sólo por no oírles, se les dice que sí y luego... Pues eso, Dónde dije digo, digo Diego. Yo, en esas ocasiones, si no quiero dar una negativa inmediata y escueta, digo: luego lo hablamos y te explico. Eso ya mi hija lo va entendiendo como una negativa o una pseudo negativa porque cuando mi respuesta es de ese tipo es que tiene matices. Puede que lo que pida no sea factible cuando lo pide o como lo pide, pero sí mañana o lo que corresponda a la ocasión y por eso necesitamos hablarlo.

En general, yo intento cumplir todas mis promesas siempre y cuando no haya una causa de fuerza mayor que lo impida. Así que aunque me de una pereza enorme ir a comprar un helado porque lo que de verdad me apetece es irnos ya a casa, si lo he prometido, lo tengo que cumplir. Y si no quería ir, lo tenía que haber pensado antes de decirlo.

Cómo hacer para no tragarte tus propias palabras
Muchas veces, cuando no se está segura de ofrecer cierta prebenda, lo mejor es consensuar, así que en clave intento preguntar al Padredefamilia si le parece buena idea. Así no corro el riesgo de proponer algo que no se lleve a cabo porque haya alguna otra razón que yo desconozca que lo impida y entre dos siempre es más fácil tomar las decisiones.

En cualquier caso, si adelanto hacer algo que no estoy segura de que se vaya a cumplir, por la razón que sea, lo planteo como una probabilidad o posibilidad, no como algo seguro que va a ocurrir. Así mis hijos, sobre todo mi hija Carmen pues mi hijo Bruno aún es muy pequeño para razonar estas cosas, pueden disfrutar la idea de la probabilidad de que algo que les gusta y les hace ilusión se vaya a cumplir, tal y como nos ocurre a los mayores con las cosas que deseamos. Sin embargo, también me aseguro que puedan asimilar mejor la frustración de que no se cumpla, pues ya lo habremos hablado antes y aunque igualmente les fastidiará, no se generará una emoción de profundo reproche por promesas incumplidas y podrán aceptar mejor esas realidad.

De todos modos, hay que respetar su sentimiento totalmente legítimo de desilusión, una emoción ajustada al hecho y la realidad de que algo que deseamos no se cumple. Les podemos mostrar cómo sentimos que eso que desean no se cumpla, pero que no podemos hacer nada al respecto, salvo buscar ideas alternativas para que se sientan mejor al respecto (ojo, no sobornar). Así, además de empatizar con ellos, fomentamos el pensamiento lateral de búsqueda de alternativas. Cuando estemos en situaciones parecidas ellos también podrán entender que determinadas cosas nos frustren.

Una comunicación clara tiene muchas ventajas
  • No creamos falsas expectativas.
  • Evitamos conflictos innecesarios.
  • Ganamos en confianza y credibilidad para futuras ocasiones más importantes, pues sabrán que si no cumples algo de verdad será por no poder, no por no querer.
  • Generamos una relación empática y comprensiva por ambas partes.
  • Les damos ejemplo y enseñamos a ser personas "de palabra" sin comprometerse a la ligera con cosas que no saben si podrán cumplir.
Y vosotros ¿Cumplís la mayoría de vuestras promesas con vuestros hijos? ¿Cómo hacéis para que no se creen falsas expectativas? ¿Lo entienden y lo aceptan?

No medicalices tu vida ni la de tus hijos

domingo, 11 de mayo de 2014

Pastillas de medicamentos tachadas con una equis
¡No medicalices tu vida ni la de tus hijos!
Recientemente he publicado en la web de la Fundación Melior un artículo sobre la vida medicalizada bajo el título Vivir no es una enfermedad, no a la vida medicalizada. En él podrás encontrar datos sobre el porcentaje de medicamentos consumidos que son totalmente innecesarios y en ocasiones pueden llegar a ser hasta perjudiciales. Y no sólo los medicamentos, también hay un importante número de intervenciones innecesarias y evitables.

La salud es un gran negocio y el medicamento más rentable no es el que cura, sino el que trata los síntomas, así que no parece muy beneficioso para las farmacéuticas encontrar la cura a todas las enfermedades. Constantemente nos están vendiendo salud. En la publicidad televisiva son frecuentes los anuncios de medicamentos para los catarros, para la alergia, suplementos vitamínicos, para aumentar las defensas, para adelgazar y un largo etcétera.

Lo más fácil es tomarse una pastilla
Las farmacéuticas y los médicos no son los únicos culpables del exceso de medicalización. Nosotros mismos también tenemos nuestra parte de responsabilidad. Y es que parece que los medicamentos nos ofrecen evitar pasar por momentos que pueden ser algo desagradables, pero que a la vez son propios de la misma vida. Así queremos evadirnos de situaciones de desengaño por un desamor o del estrés por exceso de trabajo por ejemplo.

El salir airosos de estas situaciones requiere de un esfuerzo por nuestra parte. Se trata de un ejercicio que requiere una aceptación de las circunstancias, que las cosas no siempre pueden ser totalmente como nosotros deseamos, pero que podemos intentar hacer un esfuerzo para superar estas situaciones o cambiarlas en la medida de nuestras posibilidades. La vida no siempre es fácil, pero no por ello vamos dejar de vivirla y de disfrutarla. Y para ello lo mejor es poner un poco de sentido de humor y consumir profilaxis de "queteden" o "melapela" entre otros ;)
Foto de ImagineFarma

Y para el estrés recomiendo kits desestresantes como los que les regalamos a los profesores de los niños para que puedan afrontar el duro final de curso.

Volviendo a lo preocupante del tema, la verdad es que en ocasiones también queremos acortar fases naturales de nuestro cuerpo y medicalizamos situaciones como puede el acné en la adolescencia por ejemplo, la menopausia e incluso el embarazo y el parto. Así pues desde El Parto es Nuestro luchan por normalizar este proceso natural y acabar con la medicalización del parto o el trato de “enfermas” que en ocasiones se les dispensa a las embarazadas. Por no hablar del aumento del número de cesáreas en España y de las programadas a la carta, algo frecuente entre celebrities que por desgracia no predican con el buen ejemplo y son muchas veces punto de referencia para otras mujeres.

Los niños no son una excepción
Partiendo de que los niños puede empezar por medicalizarse desde su mismo nacimiento, conviene estar atentos y no excedernos como padres en nuestra responsabilidad de protección y de velar por su bienestar y buena salud, pues podemos llegar a conseguir el efecto contrario.

En esta búsqueda de equilibrio entre proporcionar a nuestros hijos los medicamentos y vacunas para que crezcan sanos y no abusar de los medicamentos y acaben siendo unos "yonkis", también hay que incluir la alimentación. De sobra es sabido que una buena alimentación es esencial para un correcto desarrollo, pero tampoco tenemos que dejarnos engañar por la constante publicidad de la industria alimentaria.

En la última década se han empezado a producir alimentos con propiedades de todo tipo, como los yogures que bajan el colesterol o productos enriquecidos con omega 3, calcio o cualquier otro aditivo de moda para “supuestamente" mejorar la salud. Esto lo hacen también con los productos destinados a los niños y los bebés como son la leche, los yogures, los cereales y los "potitos" que siempre contienen todo tipo de sustancias beneficiosas. Los niños son un gran filón para hacer caja, pues las industrias juegan con el deseo de los padres de dar a nuestros hijos lo mejor. Gastamos lo que sea necesario para adquirir productos que se suponen son mejores para nuestros hijos, cuando en realidad el alimento del mismo tipo que consume el resto de la familia es igual de adecuado.

A punto de haber intervenido innecesariamente a nuestra hija
Estoy convencida de que todos hemos sido víctimas de exceso de medicación en algún momento de nuestra vida pues es muy fácil caer en ellos. En casa tenemos un ejemplo muy reciente. A nuestra hija mayor Carmen de ocho años de edad le salió una protuberancia en la cara interna del labio inferior el pasado noviembre. En principio nos pareció algo semejante a una ampolla o yaga abultada y como ella no se quejaba de dolor, decidimos dejar pasar el tiempo a ver qué ocurría.

A finales de enero fuimos a la médico de cabecera pues no sólo no había desaparecido sino que además hasta había crecido. La doctora nos derivó a cirugía pediátrica en el hospital, a cuya consulta acudimos en febrero, y el cirujano nos explicó que se trataba de un mucocele y que era probable que remitiera espontáneamente, así que nos dio un margen hasta abril para ver qué pasaba.

A mediados de abril tuve que volver a la consulta, pero evité ir con Carmen por el trastorno de que pierda clase, tener que llevarla luego tarde al colegio, etc, etc, etc. A los que sois padres no os hacen falta explicaciones pues de sobra sabéis el trastorno que suponen este tipo de cosas. Le hice una foto con el móvil al mucocele que había pasado todo tipo de fases crecientes y decrecientes pero en ningún caso había desaparecido, para que el médico pudiera verlo sin que estuviera Carmen pero a su vez tuviera información y datos para decidir.

Salí de la consulta con varios volantes para análisis de preoperatorio, cita con el anestesista y volante para la intervención quirúrgica. Hicimos todo el proceso y si bien no nos hacía ninguna gracia a ninguno, menos a la propia Carmen, a su vez parecía la única solución. Nos dieron cita para la cirugía para el lunes 5 de mayo.

Durante el puente anterior a la intervención el mucocele parecía ir haciéndose más pequeño que nunca, así que con cita concertada en el hospital y todas las pruebas hechas no sabíamos que hacer, pues si volvía a crecer tendríamos que iniciar otra vez todo el proceso. Al final decidimos anular la intervención la misma mañana de la cita. A día de hoy puedo decir contenta que ha desaparecido del todo y nos hemos evitado una intervención innecesaria, lo que sí que nos hemos tragado han sido todas las consultas y análisis :P

Y vosotros ¿Qué situaciones de este tipo habéis vivido con vuestros hijos? ¿No tenéis la sensación de que nuestros hijos van más al médico de lo que íbamos nosotros? ¿No os resultan estresantes y excesivas todas las citas médicas a las que tenéis que llevar a los niños?

Cómo buscar y elegir el mejor colegio para tu hijo

lunes, 31 de marzo de 2014


Cómo buscar el mejor colegio para tu hijo es el gran quebradero de cabeza cuando los niños tienen entre dos y tres años. Se agolpan las dudas de estar eligiendo lo mejor y una vez tomada la decisión cruzar los dedos para que entre en el colegio deseado
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8 criterios a tener en cuenta para buscar colegio

martes, 25 de marzo de 2014


En la ardua tarea de cómo buscar el mejor colegio para tu hijo, conviene tener en cuenta distintos aspectos a valorar. La lista puede aumentar o incluso disminuir, según las necesidades, criterios y circunstancias de cada familia, pero en este artículo nos centramos en ocho variables.

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10 ideas para conseguir el ambiente de estudio óptimo

martes, 18 de febrero de 2014

Tenemos que intentar darles a nuestros hijos el mejor entorno y ambiente para hacer los deberes y estudiar.

10 ideas para conseguir el ambiente de estudio óptimo en casa 10 ideas para conseguir el ambiente de estudio óptimo en casa
  1. Lugar de estudio fijo: Hay que diferenciar el lugar de juego y descanso del lugar de estudio y no tiene porqué ser en habitaciones diferentes. Además podemos añadir elementos en la decoración de la habitación que recuerden a contenidos que esté estudiando en el colegio y sirvan de refuerzo.

    A mí personalmente me gustan los espacios limpios y no recargados con pósters en las paredes y demás. Sin embargo, recientemente encontré un mantel del mapa de España y aunque si bien no son contenidos que estén desarrollando en el curso de mi hija, me pareció una forma casual, divertida y sencilla de tener contacto con el mapa geopolítico de nuestro país mientras desayunamos, comemos, merendamos o cenamos. Además también nos hicimos con otros recursos que ayudan a aprender geografía con los niños.

  2. Mantel del mapa geopolítico de España Mantel del mapa geopolítico de España
  3. Buena iluminación: Lo mejor es la luz natural, aunque en invierno oscurece rápidamente y es complicado conseguir estudiar y hacer los deberes en horario de luz natural, así que la supliremos por una buena iluminación artificial con dos focos de luz, la del techo y la del flexo. La lámpara sobre el escritorio debe estar colocada de tal manera que llegue por encima del hombro. Sin embargo hay un momento en la adolescencia que incluso les puede atraer lo místico de la poca luz y estudiar sólo con el flexo y no vamos a entrar en conflicto por ello, si estudian ya es suficiente.

  4. Silencio: Tenemos que propiciar un ambiente lo suficientemente silencioso como para facilitar la concentración, pero tampoco hace falta que estemos como los monjes de clausura. En principio la música no entraría en este punto, pero sí que es cierto que para determinadas actividades no sería un elemento distractor y que algunos tipos de música, los que no distraen con letra, como la instrumental, chill-out, clásica, sonidos de la naturaleza, música para meditar, etc. pueden favorecer la concentración en actividades más manuales y menos intelectuales. También puede servir cuando hay mucho ruido de los vecinos o de la calle por obras o cualquier otra circunstancia, la música puede ser una forma de enmascararlo y lograr un ambiente de relajación y concentración.

  5. Sin televisión: Aquí no hay mucho que aclarar, la televisión es una clara fuente de distracción que no debe estar de ninguna de las maneras presente en el momento de hacer los deberes o estudiar.

  6. Espacio ventilado y organizado con todos los materiales necesarios: Es obvio que tiene que haber una buena ventilación y oxígeno en la zona de trabajo y que el lugar esté organizado, el orden físico ayuda al orden mental. Que disponga de todos los materiales necesarios a su alcance, incluso puede tener otros materiales de apoyo como un corcho y/o una pizarra. Carmen tiene la típica pizarra de caballete por un lado es de tizas y por el otro de rotuladores. La heredó de su primo hace cinco años y yo pensaba que a estas alturas ya no le gustaría pintar en ella y se la pasaría a su hermano, pero resulta que le ha encontrado otro uso como apoyo a la hora de estudiar. Así, hacer divisiones que puede ser una tarea repetitiva y aburrida para ella es divertidísimo si las hace en su pizarra con los rotuladores de colores. A veces también la usa para apuntar los ejercicios que tiene que hacer y le sirve de motivación el ir borrando según los va haciendo.

  7. Usar la pizarra para estudiar Usar la pizarra para estudiar
  8. Con comodidad: Una mesa amplia y una silla cómoda. Es bueno preguntarles si les resulta confortable y agradable su lugar de trabajo, por ejemplo mi hija Carmen me pidió un cojín para su silla y ya hemos satisfecho esta necesidad para que se encuentre cómoda y a gusto.

  9. Con horario: Sería deseable establecer una rutina constante de una hora concreta todos los días para hacer los deberes, pero esto con los horarios de actividades extraescolares y demás, en nuestro caso, es algo de ciencia ficción. A pesar de ello nos vamos organizando. Es necesario establecer una hora de inicio y de fin, incluso se puede utilizar un cronómetro para que dediquen el tiempo correspondiente al estudio pero no más, también hay que tener momentos para el ocio e incluso el aburrimiento. Si los niños no tienen tiempo de aburrirse lo encontrarán en el rato de estudio.

  10. Orden en las tareas: Primero para ir calentando, empezar por las tareas fáciles y que les gusten, luego las tareas difíciles y que les cuesten y por último algo mecánico como repasar la agenda y organizar todas las cosas del día siguiente por ejemplo. Pero si el niño ya sabe por lo que quiere empezar pues es bueno dejarle, no vamos a discutir porque empiece primero por lengua en lugar de matemáticas y al final crear una tensión y un desencuentro porque eso va a dificultar todo el rato de estudio y deberes. Además, en el fondo lo que significa es que él mismo se está responsabilizando de su estudio y se lo está organizando, puede que no de la forma más efectiva, pero eso es algo que tendrá que ir aprendiendo por sí mismo. Aprender a organizarse es algo que tendrán que hacer por sí mismos, aunque nosotros podemos ayudarles inculcando la rutina del uso de herramientas como la agenda escolar que es muy útil.

    La agenda Escolar para aprender a organizarse La agenda Escolar para aprender a organizarse
  11. Acercarnos con refuerzos positivos: llevarle algo de fruta, frutos secos o la merienda es muy recomendable, pues mientras el cerebro trabaja consume azúcar. Felicitarle o un gesto de cariño también es un buen refuerzo positivo. Siempre intentando no interrumpir.

  12. Hacer todos actividades un poco afines: el rato de estudio debemos intentar que sea algo de todos. Es decir que no puede ser que nuestro hijo esté estudiando para un examen de matemáticas y nosotros viendo el fútbol con una cerveza. En ese momento debemos procurar hacer nuestras propias tareas, siempre y cuando no entren en conflicto con el ambiente de estudio como podría ser pasar el ruidoso aspirador. Si tenemos niños pequeños que lógicamente tienen que jugar, mientras el mayor estudia, el pequeño puede estar haciendo puzzles, leyendo cuentos o dibujando, que sería lo más cercano al estudio y al aprendizaje para un niño de tres años por ejemplo. Mi hijo Bruno ya tiene totalmente aprendido los momentos en que su hermana se sienta a hacer deberes y que no hay que molestarla.

Y vosotros ¿Qué hacéis para tener un buen ambiente de estudio en casa? ¿Añadirías alguna cosa a esta lista de ideas?

Por qué es útil una agenda escolar y cómo usarla

jueves, 6 de febrero de 2014

Por el conocimiento que tengo de los colegios de nuestro barrio, al menos en los colegios públicos, a partir de ciertos cursos de primaria facilitan una agenda escolar a cada alumno. Este recurso es muy útil para la comunicación entre padres y profesores, pero también es una buenísima herramienta para que los niños empiecen a organizarse. Es una forma de responsabilizarles de sus tareas y quehaceres diarios.

Agenda escolar
Agenda escolar

Así que si en el caso de tus hijos el colegio no le proporciona una agenda, tener vuestra propia agenda o al menos una libreta que poder usar para este fin, puede ser un recurso muy útil. Si por el contrario tu hijo ya tiene agenda escolar, mi recomendación es alentarle a que la use lo máximo posible y sacarle todo el partido. Si empiezan a usar la agenda desde pequeños como un juego, pues para ellos es divertido, será una manera de aprender a organizarse desde una edad temprana. Esta rutina puede ser muy útil en su edad adulta.

Yo siempre use la clásica agenda escolar incluso en mi época universitaria y me era de gran ayuda. Años después y llegado el punto de la modernidad, utilizo mi propio smartphone y algunas aplicaciones específicas para ello y además me resulta aún más cómodo. Sin embargo, he de decir que lo fundamental no es el soporte que se utilice sino que se adquiera el hábito de organización y eso es algo siempre más fácil de adquirir desde pequeños, aunque no imposible de adultos siempre y cuando uno se lo proponga firmemente.

Razones para usar una agenda escolar
  1. Es una vía de comunicación entre las familias y profesores. Los padres pueden utilizarla para solicitar tutorías, enviar justificantes o avisos de falta de asistencia de sus hijos por ejemplo.
  2. Los niños la pueden llevar a todos sitios. La llevan y traen del colegio, de tal forma que allí la usan para anotar las cosas y en casa de consulta.
  3. La agenda nunca se olvida de nada pues está todo apuntado.
  4. Todo está en el mismo sitio. Lo que necesitan saber y cosas importantes que recordar las pueden aglutinar en la agenda.
  5. Les ayuda a planificarse tanto metas de tareas como su agenda de planes y ocupaciones. Aprenden a gestionar su tiempo contando con las cosas que tienen que hacer y lo que quieren hacer. Así pues, es importante que también reserven tiempo para divertirse y si quieren que lo apunten en la agenda también. Es importante aprender a compaginar el deber y el placer. Algo de lo que también debemos ser ejemplo nosotros mismos.
  6. Libera espacio en la cabeza. No tienen que estar haciendo el esfuerzo de acordarse de algo específico, sino tener la rutina de consultar la agenda para ver si hay algo importante de lo que ocuparse. Tal y como dice Mamá Convergente en su artículo La importancia de las listas y de trabajar de pie, si nos piden memorizar una serie de número (635, 962, 684, 5874, 365) porque nos los van a preguntar luego, seguramente no podamos trabajar bien en ese periodo, porque el cerebro trata de no olvidar esos número. Es decir que una parte del cerebro está ocupada, por lo tanto va a pensar peor. Con los deberes pasa igual, si los niños tienen que recordar las cosas que tienen que hacer, están pensando peor porque tienen parte del cerebro ocupado con una tarea. Por lo tanto hay que dejar el cerebro libre de esa tarea y la mejor forma es tener los deberes apuntados.
Cómo usar la agenda escolar
  1. En el colegio apuntar todo. Todas las tareas que hay que hacer para casa y las todas las cosas que hay que recordar como excursiones o algún material que hay que llevar a clase para algún proyecto por ejemplo. Apuntar con detalle todo como por ejemplo la página y número de los ejercicios que hay que hacer de deberes para casa.
  2. Escribir con lápiz o bolígrafo borrable. Esto les permitirá borrar y cambiar cosas si se han confundido o hay variación en los planes por ejemplo.
  3. En casa, a la hora de hacer las tareas, abrir la agenda para consultar y programar lo que hay que hacer.
  4. Al acabar las tareas, revisar la agenda y preparar todo para el siguiente día y así asegurarse de que se lleva todo lo que se necesita como libros, cuadernos, el neceser, material deportivo como la bolsa de los patines o de la piscina en nuestro caso por poner un ejemplo. Y dejar todo preparado como parte de los 7 trucos para estar listos a tiempo para ir al cole al día siguiente.
Nosotras a la agenda de Carmen le pusimos el típico cordón de plástico que se utiliza para hacer pulseras como separador para que sea más fácil y rápido abrir en la semana escolar en curso.

Qué hacer cuando la agenda escolar falla
A pesar de todo, los niños, al igual que nosotros los adultos, como es natural, caen en los mismos errores. A veces nos pasa que circunstancias concretas o nuestro estado de ánimo pueden influir para que, a pesar de toda nuestra organización, también seamos desordenados, impuntuales e ineficaces. Pero no hay que esperar que nadie lo haga todo bien y es bueno que nuestros hijos también aprendan esa máxima de que no se puede ser siempre perfecto y que es razonable permitirnos nuestro margen de error.

En el caso de nuestros hijos, al igual que nosotros, sufrirán las consecuencias de sus errores, aunque siempre podemos tener un truco y un as en la manga para echarles algún cable de vez en cuando. Así por ejemplo cuando mi hija se ha olvidado de apuntar los deberes o de traer el libro del examen a casa, las nuevas tecnologías nos han sido de gran utilidad.

WahtsApp, un recurso para saber qué estudiar
WahtsApp, un recurso para saber qué estudiar
Con el sistema de mensajería de WhatsApp he podido comunicarme con otras madres que, o bien nos han dicho los ejercicios que había que hacer y que Carmen se había olvidado de apuntar, o que incluso en una ocasión, muy amablemente y pacientemente, nos pasaron fotos de las páginas del libro de texto para poder repasar el examen del día siguiente.

Es bueno tener la capacidad de generar recursos para las ocasiones de despistes, otra muy buena enseñanza para nuestros hijos, pues las cosas no siempre salen como deben o como nos gustaría y hay que ser resilientes ante la dificultad. Además, estar conectado vía WhatsApp o cualquier otra aplicación de mensajería con otros padres puede sernos de gran utilidad en múltiples ocasiones.

¿Y a vosotros cómo os gusta organizaros? ¿Usáis agenda para vuestras tareas? ¿Vuestros hijos usan agenda en sus colegios? ¿Qué hacéis cuando se les olvida algo para solucionarlo?

Cómo aprender geografía con los niños de forma fácil y divertida

jueves, 16 de enero de 2014

Está claro que la forma más fácil de aprender geografía es viajando y ni aún así porque podemos llevar a nuestros hijos de un sitio a otro, pero no sabrían ubicarlos en un mapa.

Cuando vi este mantel resinado, que no hule, lo tuve clarísimo, lo teníamos que tener en nuestra cocina. Así, yo desayuno en las Islas Canarias y mi hijo Bruno cena todos los días en Menorca. ¿Hay una forma de viajar más fácil que esta? ;)

Mantel de mapa de españa
Mantel de mapa de España
Desde el momento en que mi hija vio el mantel en la mesa, este despertó su curiosidad y empezó a preguntar dónde estaba un sitio y otro. La verdad que ella tiene ocho años y aún no está estudiando nada de geografía en el colegio, pero creo que con su edad, esta es una forma muy sencilla y casual de que vaya familiarizándose con la ubicación de los distintos lugares de nuestro país. Para Bruno, con tres años, poder entender el concepto tan abstracto de los mapas, creo que es un podo difícil.

Bruno cenando en Menorca
Bruno cenando en Menorca
Cómo aprender geografía sin estudiar
Además he pensado que con cada desayuno, comida o cena, podríamos plantearnos aprender una comunidad autónoma con sus provincias y sus gentilicios o algo así, un poco de forma casual y lúdica, ya os contaré si lo vamos haciendo y qué tal nos resulta.

Poco después vi que en un popular supermercado vendían unos protectores de escritorio con el mapamundi y pensé que sería el complemento ideal para nuestro mantel con el mapa de España, así que compré uno para el escritorio de mi hija Carmen y le encantó.

Dónde estamos en el mundo
Con el mapamundi le he podido explicar la ubicación de nuestro país en el mundo y ha podido ver su tamaño y ubicación en relación al resto de países. Además gracias a las nuevas tecnologías de las pantallas táctiles que con dos deditos agrandas una foto en un determinado sitio, creo que ha comprendido que el mantel de España es como si con dos deditos coges la península en su mapamundi y lo agrandas ahí concretamente.

Además el protector de escritorio con el mapamundi es muy completito y viene con los países agrupados por continentes y con sus correspondientes banderas, superficie del territorio y número de habitantes. Así a Carmen le llamó la atención que las banderas de Francia y de Italia sólo se diferenciaban por un único color y el resto eran totalmente iguales.

A partir de ahora podremos señalarle en el mapa a qué lugares viajamos, tanto dentro como fuera de nuestro país. Los dos mapas son geopolíticamente totalmente actuales, algo importante para aprenderlo bien todo. Además creo que tanto al Padredefamilia como a mí nos vendrá bien para refrescar conocimientos geográficos que a veces estamos un poco peces :P


¿Qué os parece esta forma de aprender los países y familiarizarse con la geografía? ¿Vosotros cómo enseñáis a vuestros hijos geografía?

Cómo enseñar a compartir por decisión y no por obligación

sábado, 16 de noviembre de 2013

Cómo enseñar a compartir
Cómo enseñar a compartir

Hace unos días tuvimos una reunión con la profesora de Bruno. Nos dijo que un día le "sugirió" a Bruno que fuera generoso con la manida expresión "hay que compartir" y la respuesta de mi vástago fue "no quiero compartir". A juicio de la profesora le pareció una expresión con una carga muy negativa. Supongo que semejante afirmación podría haberme alarmado si no fuera por mis propias ideas con respecto a cómo enseñar a mis hijos a compartir. Y es que sin haber comprobado las ventajas que te puede aportar el compartir, a priori lo lógico es que no renuncies al juguete con el que te lo estás pasando tan bien y mucho menos sólo porque alguien te diga que tienes que hacerlo. A compartir también se aprende pero no por obligación.

Si quieres saber cómo puedes enseñar a tu hijo a compartir no te pierdas el artículo que he escrito para el blog de 5mimitos. Sobre todo no le obligues a compartir porque puedes conseguir el efecto contrario. Además todo aprendizaje necesita su tiempo, así que un niño de tres años no va a empezar de forma repentina a prestar todos sus juguetes, sino que será algo que vaya surgiendo de forma paulatina según las experiencias positivas que vaya teniendo al compartir. Nosotros nos debemos preocupar de reforzar esos comportamientos cuando surjan de forma espontánea y por propia decisión.

Y vosotros ¿obligáis a vuestros hijos a compartir?

El sexo en los niños y el embarazo adolescente

jueves, 11 de julio de 2013

Día Mundial de la Población 2013: embarazo adolescente
Ilustración de Iván Huelves

Hoy se celebra el Día Mundial de la Población. En la actualidad la cifra de personas que vivimos en el planeta sobrepasa los 7 mil millones y sigue creciendo. Debido al constante crecimiento demográfico se instituyó este día para prestar más atención a los problemas que conlleva, a los derechos humanos y al desarrollo sostenible.

El Día Mundial de la Población 2013 dedicado al embarazo adolescente
Cada año el Fondo de Población para las Naciones Unidas (UNFPA) lanza un tema para desarrollar en las actividades del Día Mundial de la Población. Muchas de las temáticas han ido muy en relación a la planificación familiar y la salud reproductiva. En 2013 va aún más allá, esta edición trata El embarazo en la adolescencia.

He escrito un artículo para la Fundación Melior bajo el título El Día Mundial de la Población 2013 dedicado al Embarazo Adolescente. Os recomiendo su lectura porque ahí trato con más detalle las circunstancias que rodean el embarazo adolescente y la lamentable situación en la que se encuentran muchas niñas. Más de las que yo podía imaginar. Así cómo las medidas que se proponen desde la ONU (Naciones Unidas) para minimizar el embarazo adolescente y los beneficios si se consigue.

Toda esta información unida al polémico caso de la niña de 11 años embarazada en Chile me ha removido por dentro. Si bien es cierto que en mi entorno no tengo casos de circunstancias sociales como los que describe el UNFPA esto me ha hecho reflexionar sobre la importancia de la educación sexual.

La Educación sexual desde niños
Esta misma semana Mamá también sabe, publicó un post sobre ¿Cómo y cuándo hablar de sexo con los niños?. Leyendo su artículo me sorprendió que en Colombia desde los siete años tienen educación sexual en los colegios. Pero bien pensado creo que es el momento ideal para empezar con ello, con diez años ya me parece tarde y creo que en España estamos atrasados en este tema. También contaba cómo su hijo mayor empezó a hablar de la palabra "follar" y cosas de esas.

En el curso de mi hija Carmen (2º de Educación Primaria), los niños también han tocado temas y palabras de connotación sexual entre ellos pero con total ignorancia y sin ningún criterio. Sin ir más lejos, justo ayer estábamos comiendo y viendo el informativo a la vez y salió una noticia sobre prostitutas. Le pregunté a Carmen si sabía lo que era y me dijo que sí que una puta. Le volví a preguntar si sabía que era eso y me dijo que no. Sencillamente le dije que eran mujeres que se dejaban dar besos y tocar a cambio de dinero y parece ser que la idea no le gustó mucho. Al menos intentamos darle nociones de las cosas adaptadas a su edad comprensiva.

Creo que es importantísimo dar una buena educación sexual tanto a los niños como a las niñas y que reciban toda la información necesaria para que llegado el momento puedan elegir con toda la información y la libertad su propia planificación familiar tal y como persigue el UNFPA.

Cómo quitarse el miedo al homeschooling

domingo, 14 de abril de 2013


Los padres buscamos el colegio ideal que concuerde con los valores y enseñanzas que les queremos transmitir a nuestros hijos. Sin embargo, no solemos valorar la opción de homeschooling y es una posibilidad que es interesante al menos conocer para poder derribar así las falsas creencias que tenemos.

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