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Cómo divertirse con una tablet infantil

jueves, 17 de diciembre de 2015

¿Te sientes culpable cuando en casa le dejas a tu hijo tu tablet para poder hacer esa tarea pendiente? o ¿cuando en un restaurante le dejas tu smartphone para tener una conversación sin interrupciones? Pues quédate tranquila, eso es algo que todos los padres hacemos.

Happy Tab de Chicco

La tecnología no es mala en sí misma. Lo que sí es importante es, como en todo, saber hacer buen uso de ella. En la red encuentras un montón de aplicaciones gratuitas para niños muy estimulantes y creativas. Te las puedes bajar en tu móvil o en tu tablet a golpe de click y en un pispás.

Happy Tab de Chicco, una tablet evolutiva y personalizable para bebés y niños

Pero no sólo es importante los contenidos digitales que ofreces a tu hijo, también es muy importante que tenga un dispositivo adecuado. Así la Happy Tab de Chicco es una tablet totalmente pensada para los más pequeños. Fomenta el aprendizaje, la lógica y la coordinación manual.

Es apta para bebés a partir de 18 meses de edad. Aunque pueda parecer una edad un tanto prematura para el uso de este tipo de aparatos, si tenemos en cuenta que nuestros hijos son nativos digitales, no lo es tanto. Lógicamente con un uso muy moderado y regulado.

Niños jugando con la Happy Tab de Chicco

La Happy Tab de Chicco es:
  • Ergonómica. Es muy manejable para las manitas de los más pequeños.
  • Resistente. Tiene una carcasa externa de plástico anti-shock que hace que sea muy robusta y no se rompa. Está preparada para aguantar el ritmo frenético de tu peque. Ya no estarás sufriendo por la integridad de tu móvil o tu tablet.
  • Multitáctil. La pantalla táctil funciona aún cuando se esté tocando en varios lugares a la vez. Perfecto para los niños con dificultad para limitar su contacto a un punto exclusivamente.
  • Segura. Tiene control parental avanzado para que seas tú quien decida los contenidos a los que accede tu hijo y no que accidentalmente llegue a aplicaciones y funciones no adecuadas para su edad. Además de bloquear y desbloquear aplicaciones, puedes restringir los horarios de uso.
  • Versátil. La Happy Tab de Chicco la pueden compartir niños de diferentes edades. Permite crear perfiles separados con la configuración adecuada expresamente para cada usuario e irla cambiando conforme el niño vaya creciendo.
  • 21 aplicaciones preinstaladas. Tiene todo tipo de funcionalidades y contenido categorizado por edades y áreas de estimulación (Lenguaje, Lógica, Coordinación y Creatividad). Desarrollado con la colaboración del Observatorio Chicco y especialmente preparado para que tu hijo pueda empezar a disfrutar su Happy Tab desde el primer momento. 
  • Bilingüe. Con aplicaciones de aprendizaje básico disponibles tanto en inglés como en castellano.
El control parental de la Happy Tab de Chicco

Una tablet de niños con las prestaciones de las de adultos

Es un dispositivo pensado para que lo usen los niños, pero no le falta de nada. Además el interfaz resulta bastante ágil, lo que da una experiencia agradable de uso, en lugar de resultar pesada por la lentitud y te lo digo yo que suelo ser bastante impaciente.

La Happy Tab de Chicco dispone de:
  • Sistema operativo Android.
  • Pantalla de 7” y resolución 1024×600.
  • Memoria Flash de 8GB ampliable con tarjeta micro SD de hasta 32GB.
  • Dos cámaras: Una frontal para hacer selfies y otra trasera para vídeos y fotografías.
  • WIFI, para conectarte a Internet desde cualquier lugar.
  • Contenido ilimitado, podrás bajar otras aplicaciones gratis.
  • Contenido multimedia, permite la reproducción de películas y música (MP3). Perfecto para tener siempre accesible tanto la música como los dibujos preferidos de tu hijo.
Si algo le tengo que afear a la Happy Tab es que el icono del perfil paterno tenga rasgos claramente masculinos como son el bigote y la corbata y que no se pueda personalizar ese aspecto. Por lo demás, me parece un producto muy muy bueno, verdaderamente pensado para los más pequeños y de gran calidad, tal y como los niños, al igual que los adultos, se merecen.



Cómo funciona la Happy Tab de Chicco

Cuando enciendes la Happy Tab por primera vez, desde el perfil de adulto tienes que crear y personalizar los perfiles de los usuarios en función de su edad y gustos. Bloquear y desbloquear aplicaciones, descargar más contenidos, seleccionar horarios de uso, etc. y ya podréis empezar a disfrutar de todos sus contenidos y funcionalidades.

El interfaz del niño es muy visual y aparece dividido en un menú de ocho apartados que son: Aprendizaje, Juegos, Creatividad, Música, Ebook, Otras Aplicaciones, Galería fotográfica y Cámara.

Así, esta tablet sirve para aprender jugando, fomentar las inquietudes artísticas con dibujos, las musicales con aplicaciones como la del xilófono por ejemplo, la lectura con sus dos eBooks preinstalados y con todos los que queráis ir añadiendo, la diversión de hacer fotos y disfrutar de otras aplicaciones que vayáis descargando.

Lo que más nos gusta de la Happy Tab de Chicco

Mi hijo Bruno la llama "la tablet roja" y la verdad que es que tiene un diseño muy atractivo. Nosotros hemos empezado a personalizar nuestra Happy Tab de Chicco con la descarga de una aplicación que ya teníamos en el móvil del #PadredeFamilia y nos gusta mucho.

Instant Buttons, es una aplicación para reproducir sonidos de los memes más famosos de internet, frases de series de televisión famosas, frases míticas de videojuegos famosos, citas de películas muy conocidas, etc. Es una tontería, pero divertidísima y nos lo pasamos pipa con ella, así que te la recomiendo totalmente.

Happy Tab de Chicco con muchos juegos educativos

La descarga la he hecho desde el perfil del adulto, que es la única forma posible y desde la gestión de las aplicaciones, seleccionas en qué apartado del perfil del niño quieres que aparezca. Al tratarse de sonidos la he incluido en la sección de Música.

Cuando abres esta aplicación, encuentras una opción que ofrece borrar todos los botones con expresiones o palabras malsonantes, ya que en principio no es una aplicación exclusivamente pensada para el público infantil. Una vez hecho esto, aún quedan muchísimos botones con sonidos para disfrutar.

Bruno se pone a darle a los distintos botones y lo mismo te pone música de circo, que aplausos, que a Chiquito de la Calzada, que la música del Equipo A. Y nos hace muchísima gracia. Sólo con verle lo bien que se lo pasa y cómo se ríe, disfrutamos el resto.

Este tipo de productos no son baratos en general, pero la cantidad de posibilidades didácticas, de entretenimiento y diversión que ofrecen me parece brutal. Además, la Happy Tab de Chicco me resulta muy rentable por el largo recorrido de uso que permite, que sirve para varios hermanos y que se le puede sacar mucho partido. Por no hablar de la ventaja de que te la puedes llevar con toda su diversión a todas partes.

Nosinmishijos con la Happy Tab de Chicco

Además, es la opción perfecta para introducir la tecnología en la vida de los más pequeños. Así que creo que es una inversión que se amortiza sobradamente. Tiene un Precio de venta al Público Recomendado de 99,95€ y la puedes encontrar en las Tiendas Chicco o en Amazon.

Nota: Los enlaces a este producto son links de afiliado. Eso significa que si decides comprarlo yo me llevaré una comisión sin ningún coste adicional para ti. Pero si lo recomiendo es porque creo que realmente es un buen producto.

Y tú ¿Qué opinas de que los niños usen dispositivos digitales? ¿Le dejas a tu peque tu tablet y/o móvil o mejor su propio dispositivo infantil?

La primera vez que tu hijo usa el ordenador

jueves, 18 de septiembre de 2014

Manos de niños sobre el teclado de ordenador
La primera vez que tu hijo usa el ordenador

Para saber cuándo y cómo será la primera vez de nuestros hijos en algo, a veces puede servirnos de referencia nuestra propia primera vez, como por ejemplo cuando empezamos a hablar. Sin embargo, hay muchas primeras veces de nuestros hijos en las que no podremos usar nuestras propias primeras veces como modelo.

Cuándo usamos nosotros las nuevas tecnologías por primera vez
Así ocurre con la primera vez que usamos un ordenador. Nuestro mundo tecnológico no es nada comparable al de nuestros hijos. En nuestra avanzada vida escolar era cuando empezábamos a usar el ordenador más como una máquina de escribir que otra cosa, para pasar los trabajos escolares a limpio y entregarlos impresos. Quizás para jugar a algún juego de ordenador y poco más. En la adolescencia tuve un amago de aprender a usar MS-DOS que ahora recuerdo como horrible.

Ni qué decir tiene que no fue hasta mi época universitaria cuando tuve mi primera cuenta de correo electrónico que desbancó por completo a las cartas manuscritas, y más tarde, ejerciendo ya como profesional, cuando creé mis primeros perfiles en las redes sociales.

Hay que partir de la premisa de que nuestros hijos no cumplirán esos tiempos ni mucho menos, más que nada porque nosotros nos hemos ido adhiriendo a las tecnologías según han ido proliferando, pero cuando nuestros hijos han nacido, todas esas tecnologías ya estaban aquí, por eso son los llamados nativos digitales y como tales hay que ayudarles a que aprendan a vivir en el mundo en el que han nacido.

En ningún caso debemos pretender que nuestros hijos se adapten a nuestro mundo ni que vivan una infancia con la referencia de la nuestra propia, por muy buena que fuera. En su lugar, debemos ser nosotros los que nos adaptemos a su mundo que es el nuevo en el que les tocará vivir y en él están plenamente instaladas las nuevas tecnologías, nos guste o no. Cada momento y cada época tiene sus ventajas y sus inconvenientes, aprovechemos las ventajas de lo que nos toca vivir. Esto es extensible a todos los ámbitos.

Acompañar a nuestros hijos y animarles en el uso de las nuevas tecnologías
En el artículo que escribí para la Fundación Melior bajo el título Nativos digitales sí, huérfanos digitales no, explico, además de pautas para protegerlos en la red, que no podemos delegar en las nuevas tecnologías el cuidado, la educación y el entretenimiento de nuestros hijos. Somos nosotros los responsables de ello, eso sí, usando las nuevas tecnologías como estupendas herramientas con toda la cantidad de oportunidades y utilidades que nos brindan.

En ningún caso un dispositivo tecnológico y la experimentación virtual deben sustituir a la experiencia real, puesto que es algo irremplazable. Sin embargo, tampoco hay que dar la espalda a la multitud de oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías.

La mejor forma de proteger a nuestros hijos en Internet, es que nosotros sepamos movernos y usarlo, que no nos quedemos obsoletos. De esta forma, si nosotros hacemos un uso responsable y sano de las nuevas tecnologías, se lo podremos transmitir a ellos. Pero si por el contrario no sabemos y lo demonizamos, cuando está a la orden del día, perderemos autoridad en este tema. Nuestro hijo no nos buscará como referencia de uso, incluso podrá llegar a ocultarnos sus movimientos en este aspecto porque nosotros "no tenemos ni idea".

Los niños mimetizan todo lo que hacemos sus padres y aunque por un lado me molesta, me hace gracia ver como Bruno se acerca a mi ordenador cuando yo estoy tecleando y empieza a darle a la tecla ;)

Cuándo es el mejor momento para que usen las nuevas tecnologías
Diría casi que desde que son bebés e incluso fetos, pues podemos usar las nuevas tecnologías como fuente de información y de recursos que al final repercuten en el niño. Así ya nos estaremos informando de cuál puede ser el carrito mejor en relación calidad-precio, o bien las ventajas del porteo, cómo paliar los cólicos del lactante, y muchas otras cuestiones. Sin olvidar que gracias a la tecnología digital tendremos millones de fotos de nuestros bebés, y no como yo, que siendo la última tengo cuatro documentos gráficos de mi infancia :( A todos nos gusta ver fotos de pequeños, incluso cuando tenemos tres años nos gusta ver fotos de nosotros de bebés ;)

Cuando ya van creciendo, podemos usar los dispositivos para almacenar todo tipo de contenidos audiovisuales, desde todo el repertorio de Los Cantajuegos hasta un montón de episodios de Peppa Pig por ejemplo. Poco a poco podremos encontrar aplicaciones lúdicas interactivas que están disponibles gratuitamente tanto para iOS como Android y con las que pueden jugar y aprender las formas y colores por ejemplo.

Algún juego de este tipo lo uso de vez en cuando con Bruno (3 años), pero siempre con mi supervisión y compañía, entre otras cosas porque la tablet es mía, ellos no tienen sus propias tablets ni mucho menos, y no quiero que acabe hecha añicos. A él le encanta.

Lo maravilloso de ver cómo se relacionan los niños con los gadgets es que ves que para ellos todo es táctil y no lo conciben de otra manera y es muy divertido cuando tienes algún dispositivo con tecnología más antigua ver como intentan usarlo como los actuales.

Enseñar a los niños a que la tecnología esté a su servicio y no al revés
En casa tenemos dos tablets: una es exclusivamente mía, aunque esporádicamente la comparto con el resto. Hay otra que es de uso familiar, no propiedad de los niños, aunque yo no la suelo usar salvo con ellos, el Padredefamilia sí que la usa. El uso de la tablet lo controlamos nosotros, de la misma manera que controlamos cuándo se enciende la tele.

Me encanta cómo Carmen busca en YouTube tutoriales para hacer pulseras o alguna manualidad o vídeos de bailes modernos. Esto es usar la tecnología para satisfacer sus propios intereses como puede ser la papiroflexia por ejemplo. También ve vídeos de niñas americanas que cuentan en inglés cómo hacen un pastel, con lo cual doble función: además practica el inglés y poco a poco adquiere capacidad crítica sobre los contenidos. Comparte conmigo si un canal de YouTube le parece interesante porque tienen muy buenos tutoriales por ejemplo.

Así Carmen, aunque por supuesto aún no tiene ningún perfil en ninguna red social, está interactuando en las redes sociales. Yo también comparto con ella muchas cosas de las que yo hago en Internet y ella me da su aportación y en ocasiones ideas muy, muy buenas. Las posibilidades de poner la tecnología al servicio de nuestros intereses son inmensas. En casa no somos para nada de la idea de prohibir, en nada ayudará mantener a un niño aislado del mundo tecnológico, sino que lo hará vulnerable ante un mundo en el que no ha aprendido a desenvolverse.

Si de todos modos no te sientes seguro a la hora de proteger a tus hijos en el mundo digital, tenemos la suerte de contar con productos que ofrecen control parental que además se pueden implementar en todos los dispositivos del hogar y con los que se pueden limitar los contenidos que consideremos no adecuados para su edad.

Tener móvil es el rito de paso a la pubertad
En una ocasión oí a alguien comentar que el momento de tener móvil es el rito con el que se da el paso a la pubertad. No pudo estar más acertado en esa expresión, pues el móvil va unido a mayor autonomía y autogestión, son pequeños pasos de ensayos hacia la edad adulta. Suele ocurrir cuando los niños pasan al instituto. Los padres creemos que el que tengan móvil significa que los podremos localizar siempre, pero realmente el que tengan móvil no significa que tengan que estar siempre disponibles para nosotros, aunque nos gustaría. Del mismo modo que nosotros tampoco estamos disponibles indiscriminadamente y a cualquier hora para los demás. En cualquier caso aún no he llegado a esa etapa de la que supongo adquiriré otra perspectiva cuando me toque ;)

Y tus hijos ¿usan las nuevas tecnologías? ¿Te da miedo el que estén desprotegidos en Internet?

Este artículo forma parte de la colección de artículos bajo el título "La Primera Vez".

Cómo poder conversar sin interrupciones

lunes, 14 de julio de 2014

Conversaciones sin interrupciones
Cómo mantener conversaciones sin interrupciones
Desde que soy madre cada vez me resulta más difícil mantener el hilo de una conversación hasta el final y sobre todo sin interrupciones, aunque poco a poco lo estoy consiguiendo. Pero no sólo son los vástagos los que afectan a esta realidad:

Quiero hablar con el Padredefamilia de algo y Carmen quiere que vea el último vídeo de Michael Jackson que ha descubierto en YouTube. Lo veo y le digo que muy bien y que vaya a ducharse. Intento retomar la conversación y entonces es Bruno el que se queja porque no puede abrir la puerta, le ayudo. ¿Por dónde iba? Ahh, ya.

Entonces el Padredefamilia me pregunta si quiero cenar ensalada de tomates con queso o con anchoas y que prepare las basuras para bajarlas. Suena una notificación de Twitter, alguien me ha mencionado, "favoriteo", me voy a los baños a recoger las bolsas de las papeleras y vuelvo a ver si antes de bajar puedo llegar a la mitad de mi mensaje.

Pero no, el grupo de pádel de Whatsapp me recuerda que tengo que reservar la pista para mañana no se me vaya a olvidar (benditos ellos que están pendientes, pues justo en el momento que hay que reservarla tengo demasiadas cuestiones entre manos, o entre palabras). Intercambio un par de frases y entonces es Carmen quien me llama para que le acerque el pijama para ponerse cuando salga de la ducha (le he repetido por activa y por pasiva que se lo prepare ella antes, pero la mayor parte de las veces se le olvida).

Llama la buenaabuela para saber qué tal le fue a Carmen su examen y si Bruno se acuerda de ella y la nombra. Paso el teléfono para que abuela y nietos puedan hablar mientras yo voy organizando las ropas. Terminan su conversación y retomamos dinámica de duchas, cenas, preparar las cosas para el día siguiente y acostarse.

Cuando ya por fin los niños están en la cama y tenemos nuestro ágape listo para hincarle el diente, es el momento de retomar la conversación, pero cuando nos acabamos de sentar oimos a Bruno llorar, el Padredefamilia va a su habitación, se le ha caído el osito al suelo, se lo recoge y vuelve a nuestra cena y conversación a medias.

En este "impasse" me he puesto a consultar los mensajes del grupo de Whatsapp de padres del cole que están comentando sobre cómo tienen que ir vestidos los niños para la fiesta de fin de curso y es que no me había enterado, así que cuando el Padredefamilia vuelve, aprovecha para ver qué se cuece en Facebook. Por fin ambos dos liquidamos todos los hilos de conversación y comunicaciones al margen, pero ya estamos en el final de la jornada y bastante cansados. Terminamos de despachar, seguro que se nos han quedado muchas cosas en el tintero de las que en ese momento ya ni nos acordamos.

Este puede ser un buen ejemplo de varios intentos fallidos de contarnos algo.

Los niños interrumpen y Whatsapp más
Ya Lucía de Baballa escribió un artículo en el que contaba su frenética comunicación vía Whatsapp, por suerte yo aún no he llegado a su nivel. Abrió el debate, pues aún quedan personas que no lo usan ni lo quieren tener. Personalmente yo estoy muy a favor. A mí me ayuda mucho a mantenerme muy en contacto con mis familiares que no los tengo cerca y así saben de los niños, puedo mandar fotos y vídeos, así como recibirlos. Por no decir que me ayuda a no perderme información de cosas que pasan en la clase de Bruno, lo que me viene muy bien porque él, contar, no es que cuente mucho. Además te permite conversar en entornos de silencio como conferencias, reuniones, etc.

Con todo esto tengo un montón de grupos: el grupo de mi familia, la familia del Padredefamilia, los colegas de patines, los de pádel, mis amigas de desayunos, los papás de la clase de Bruno, uno de amigas de Carmen. El Padredefamilia tiene otros tantos, unos en los que coincidimos y otros en los que no (el de los colegas y los de las bicis por ejemplo). Aún así creo que ambos podríamos incluso aumentarlos, ¿qué tal un grupo de madres blogueras por ejemplo? Ah no, que para eso tenemos Twitter que es más universal ;)

Las redes sociales también interrumpen conversaciones
Y es que no sólo es el Whatsapp lo que nos interrumpe, si tienes las redes sociales en el móvil, pues eso también puede cortar constantemente una conversación. Tanto los grupos de Whatsapp como los de Facebook o G+ pueden freírte a mensajes que muchas veces ni te interesaran. Pero si estás en un grupo, es para lo bueno y para lo malo, así que no vale quejarse, aunque te manden mil chistes manidos y repetidos del papelón de la selección española de fútbol en el Mundial, la abdicación del Rey, Letizia, las Infantas y hasta el Príncipe Carlos de Inglaterra por ejemplo.

Aún siendo consciente de todo esto, a mí todo tipo posibilidad de estar más en contacto, me parece beneficioso, el quid de la cuestión está en cómo gestionemos y hagamos uso de esas herramientas que nos "facilitan" la comunicación.

Cómo conseguir terminar una conversación sin interrupciones
En casa estamos aprendiendo a que este tipo de cosas no nos pasen, o al menos eso intentamos y para ello aplicamos una serie de pequeñas pautas.
  1. Lo primero de todo hay que discriminar la conversación importante de la que no lo es, así como la urgencia del mensaje. Puede que tengamos que hablar algo inmediatamente aunque no sea lo más importante del mundo.
  2. Elegir el momento en el que vamos a hablar de algo. Tenemos un tema importante que tratar y quizás el momento de la vorágine de baños, cenas y demás no es el mejor para conversar de nada que no sean vanalidades, ni para intentarlo, así que lo mejor será decir: "tengo que contarte esto, recuérdame que lo hablemos luego" y así emplazaremos la charla para cuando ambos dos estemos con los cinco sentidos en la conversación.
  3. Enseñar a nuestros hijos a no interrumpirnos y viceversa, a no ser que sea estrictamente necesario. Con el pequeño aún no podemos trabajar este aspecto, pero Carmen lo ha asimilado perfectamente. La mejor forma de inculcar algo así es respetándola a ella también en las mismas ocasiones. Es decir, que no la interrumpimos cuando ella está hablando o contando algo, nos respetamos los turnos.

    Del mismo modo le exigimos que lo haga con nosotros y con su hermano también, pues esto no es una cuestión de edad, no se trata de que el mayor tiene más derecho de hablar y es al que no hay que interrumpir. De hecho odio la frase esa de: "Estamos hablando los mayores". Se trata de respetar los turnos de palabra de todos.
  4. Disuadir para que no nos interrumpan. Para reforzar el hecho de que queremos que respeten nuestro momento de conversación, podemos poner un cartel informativo en la puerta que rece la frase: "Por favor, NO interrumpir. Padres intentando conversar". Aquí lo tienes para descargártelo y ponerlo en tu puerta o regalárselo a alguien que creáis que lo pueda necesitar.
  5. Liberarnos de la disponibilidad permanente. Nos hemos acostumbrado a que si suena el teléfono fijo en casa o bien nuestro móvil, siempre hay que contestar. Pues confieso, que yo ya no hago eso y que muchas veces lo veo sonar y no contesto.

    Además he visto quien llamaba, pero si estoy liada no me viene bien hablar con nadie. Así que dejo que el teléfono suene, sigo con lo que tenga entre manos y ya devolveré la llamada en otro momento que me venga mejor y asumiendo que para entonces puede ser que esa persona no pueda hablar, pero ya encontraremos el momento bueno para coincidir.

    Como siempre lo mejor es el punto medio, pues hay personas que no se sabe muy bien para qué tienen teléfono móvil si luego nunca contestan, pero cada cual es libre de hacer lo que quiera.
  6. Silenciar los grupos de Whatsapp. Lo confieso, ya muchas veces silencio estos grupos, y el padre de familia ni os cuento. Y es que hay que reconocer que el pitidito constante de los mensajes y notificaciones puede llegar a desquiciar. Si es algo importante ya me llamarán o me localizarán. Una batería de chistes o gracietas, la puedo consultar y responder en cualquier otro momento, como cuando bajo en el ascensor por ejemplo. Reconozco que a veces, cuando estoy en una reunión con el móvil en silencio y lo oigo vibrar por un mensaje de Whatsapp, caigo en la tentación de mirar el mensaje pero lo hago de forma breve y fugaz para saber qué es y ya contestaré en otro momento.
Aplicar estas pequeñas pautas para conseguir que en la pareja podamos tener la comunicación que deseamos, además es un muy buen entrenamiento para poder tener conversaciones coherentes también cuando estamos fuera de casa y con otras personas. Y vosotros ¿Conseguís tener conversaciones sin interrupciones? ¿Cómo lo hacéis?